El reciente informe del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) correspondiente a noviembre, publicado la semana pasada, proporciona un marco actualizado sobre la dinámica de la economía argentina. Según los datos, el EMAE registró un incremento interanual del 0,1% y una suba mensual desestacionalizada del 0,9%. Estos números sugieren una recuperación general en el índice, pero un análisis más detallado revela profundas disparidades entre los sectores que componen la actividad económica.
Recuperación General, pero con Matices
El índice general del EMAE logró recuperar la totalidad de la caída experimentada durante los primeros meses de la gestión del presidente Javier Milei, tras tocar un mínimo de 139 puntos en abril del año pasado. Este repunte marca un hito después de una tendencia descendente que comenzó en marzo de 2023, acentuada por medidas como la devaluación de la moneda y una fuerte contracción del gasto público.
El gobierno ha declarado superada la recesión iniciada a principios de 2024, destacando la recuperación de los valores previos a noviembre de 2023. Aunque esto es técnicamente correcto, una inspección sectorial más detallada evidencia una heterogeneidad significativa en los resultados.
Sectores con Trayectorias Contrapuestas
El EMAE desglosa la actividad económica en 16 sectores, de los cuales solo 6 muestran un crecimiento interanual positivo:
- Pesca: +164,6%
- Intermediación financiera: +9,9%
- Explotación de minas y canteras: +7,1%
- Impuestos netos: +3,7%
- Enseñanza: +1,1%
- Actividad inmobiliaria: +0,9%
En contraste, los sectores que enfrentan contracciones notables incluyen:
- Construcción: -14,2%
- Electricidad, gas y agua: -5,6%
- Industria manufacturera: -2,3%
- Comercio: -1,3%
Mientras que el índice general muestra signos de recuperación, estos resultados sectoriales exponen una dinámica desigual. Los sectores con mayores caídas coinciden con aquellos que más empleo generan, lo que explica por qué los beneficios de esta recuperación no se sienten ampliamente en los ámbitos social y laboral.
Una Recuperación Frágil
Al extender el horizonte de análisis al período anterior a las políticas de ajuste implementadas por el actual gobierno, los desafíos estructurales de la economía se tornan más evidentes. Entre marzo de 2023, cuando el índice desestacionalizado alcanzó su pico de 150,4 puntos, y noviembre de 2024, el EMAE acumuló una caída del 1,7%. Esta disminución es especialmente pronunciada en sectores clave:
- Industria manufacturera: -6,8%
- Construcción: -27,4%
- Comercio: -16,0%
Por otro lado, la agricultura mostró un crecimiento significativo del 10,2%, un dato esperable tras la sequía del año 2023.
Perspectivas y Desafíos
El panorama económico argentino sigue siendo incierto, marcado por una recuperación técnica que carece de solidez estructural. La disparidad entre sectores plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento. Además, factores como el tipo de cambio atrasado y la competencia de importaciones podrían generar nuevas presiones que limiten el desempeño económico.
Para consolidar una recuperación más inclusiva, será fundamental implementar políticas que impulsen la actividad en sectores intensivos en empleo y fomenten la inversión productiva. De lo contrario, el crecimiento podría permanecer limitado a un número reducido de sectores, exacerbando las brechas existentes.
Conclusión
Si bien las cifras generales del EMAE señalan un avance hacia la recuperación, la heterogeneidad sectorial evidencia una economía fragmentada. El desafío inmediato radica en transformar esta recuperación desigual en un crecimiento sostenible y equitativo, capaz de fortalecer tanto la confianza de los inversores como el bienestar de la población.
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