Un árbitro se negó a dirigir sobre la hora la final del Reducido de la Primera B: denunció amenazas y se demoró el inicio de Argentino (Q)-Los Andes


El partido definitorio del torneo Reducido de la Primera B se demoró una hora y tuvo una previa que superó el calibre de la final: la designación de Ignacio Lupani como árbitro de Argentinos de Quilmes y Los Andes hizo ruido porque solamente había dirigido cinco partidos en el año. Sin embargo, eso quedó en un segundo plano, ya que a menos de una hora del comienzo del encuentro, el afiliado a la Asociación Argentina de Árbitros (AAA) se rehusó a dirigir por haber recibido amenazas en su celular.

Lupani convocó a los presidentes de ambos clubes a su vestuario y les contó la situación: lo llamaron desde su casa para contarle que habían tocado el timbre para amedrentarlos con la muerte. Ante la decisión del árbitro designado, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) convocó en su reemplazo al internacional Leandro Rey Hilfer, quien se apersonó de urgencia en el estadio para dar comienzo cuanto antes porque la cancha del Mate no tiene iluminación artificial y el horario era una complicación más.

Acompañaron a Rey Hilfer los asistentes Iván Alliende y Ramón Ortiz, mientras que el cuarto árbitro fue Jorge Broggi. Lo primero que hicieron los cuatro reemplazantes fue concurrir al vestuario para reemplazar a Lupani, quien además les confirmó los motivos por los que no arbitraría.

En simultáneo, ingresó al estadio Ortíz, el segundo asistente, con la particularidad de haber llegado cambiado para no perder tiempo: entre que se bajó del taxi y se ubicó junto en la línea de banda frente a los bancos de suplentes, pasaron un puñado de minutos.

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