La Secretaría de Seguridad y Orden Público dio a conocer un informe que señala las dificultades principales de la línea de emergencia 911 a la hora de atender urgencias. Los datos señalan que el 38% de las llamadas al 911 son en broma, sin audio o cortadas, lo que afecta a las personas en emergencia real, ya que la línea es ocupada por una llamada infructuosa y los recursos son malgastados.
El director del Centro Integral de Seguridad Emergencia y Monitoreo (Cisem), Alejandro Cerimedo, explicó que el Centro de Atención Telefónica 911 recepciona todas las llamadas de emergencias y envía al móvil más cercano. Por ello, el correcto uso de las llamadas para facilitar la atención de situaciones urgentes es fundamental.
El funcionario explicó que durante 2024 “un 38% de las llamadas ingresadas fueron sin audio o cortadas, dentro de esas las llamadas en bromas representan un 4%”.
En un día, el 911 recepciona entre 1.750 y 1.800 llamadas, de las cuales entre un 650 a 680 son improductivas y provienen de personas que no están en una situación que requiera intervención policial.
Dentro de las llamadas fallidas, hay algunas que provienen de personas que acuden al 911 para solicitar direcciones, pedir números telefónicos o preguntar por el estado del clima.
El funcionario señaló que este tipo de llamadas “hacen que enfoquemos nuestros esfuerzos y recursos en vano. Nos hacen perder tiempo”.
Además, el director advirtió que llamar en broma a una línea de emergencia es un delito que puede ser penado con sanciones económicas o con arresto.
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