MOSCÚ.- En medio de presiones internacionales para que cesen las hostilidades entre Ucrania y Rusia, el país liderado por Volodimir Zelensky lanzó el martes su mayor ataque con drones contra la capital rusa y mató a dos trabajadores en un almacén de carnes, hirió a otros 18 y provocó un breve cierre de los cuatro aeropuertos de la capital que obligó a desviar decenas de vuelos, según autoridades rusas. Un total de 337 drones ucranianos se derribaron sobre Rusia, 91 de ellos sobre la región de Moscú y 126 sobre la región de Kursk, donde las fuerzas ucranianas se han estado replegando, según el Ministerio de Defensa.
El ataque, considerado el más intenso contra Moscú en meses, coincide con la reunión de una delegación ucraniana con el secretario de Estado de los Estados Unidos en Arabia Saudita, donde se discute una posible salida diplomática a la guerra que ya ha cumplido tres años, y mientras las fuerzas rusas tratan de cercar a miles de soldados ucranianos en la región de Kursk, en el oeste de Rusia.
Las regiones más afectadas fueron Kursk, donde se reportó la destrucción de 126 drones, y Moscú, donde se derribaron 91 aparatos. Además, se registraron ataques en Belgorod, Bryansk y Voronezh, situadas en la frontera con Ucrania, así como en Kaluga, Lipetsk, Nizhny Novgorod, Oryol y Ryazan, ubicadas en el interior de Rusia.
Miratorg, uno de los mayores productores de carne de Rusia, dijo que dos empleados fallecieron debido a la caída de escombros. Otras 18 personas resultaron heridas, entre ellas tres niños, pues algunas viviendas también han sido alcanzadas, dijeron autoridades rusas.
El Kremlin advirtió que el ataque puede alejar las perspectivas de unas negociaciones con Ucrania alentadas en las últimas semanas por el gobierno de Estados Unidos.
“Todavía no hay negociaciones”, pero “es posible romper la tendencia”, dijo el principal portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, dijo que el ataque del martes era el mayor ataque con drones de Ucrania contra la ciudad, que junto con la región circundante tiene una población de al menos 21 millones de habitantes y es una de las mayores áreas metropolitanas de Europa.
El gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobiov, publicó una foto de un apartamento destrozado con las ventanas reventadas. Sin embargo, no había señales de pánico en Moscú: la gente fue a trabajar con normalidad.
El organismo ruso de control de la aviación dijo que se habían suspendido los vuelos en los cuatro aeropuertos de Moscú para garantizar la seguridad aérea tras los ataques, aunque luego se han reanudado. Los vuelos se desviaron a otras ciudades.
A través de las redes sociales se viralizaron algunas imágenes de las explosiones provocadas por los drones. Además, varios videos dieron cuenta del accionar de las defensas antiaéreas que destruyeron los drones en el aire.
Como consecuencia del ataque ucraniano, la autoridad de aviación civil rusa, Rosaviatsia, anunció la restricción temporal de vuelos en cuatro aeropuertos de Moscú: Domodedovo, Vnukovo, Zhukovsky y Sheremetyevo. Además, el tráfico ferroviario en la estación de Domodedovo se interrumpió momentáneamente por razones de seguridad.
Rosaviatsia también ordenó restricciones de vuelos en los aeropuertos de Yaroslavl y Nizhny Novgorod, reforzando las medidas de seguridad ante la posibilidad de nuevos ataques.
Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que quiere instaurar la paz en Ucrania, la guerra se está recrudeciendo en el campo de batalla con una gran ofensiva rusa de primavera en Kursk y una serie de ataques ucranianos con drones en el interior de Rusia.
Rusia ha desarrollado un sinnúmero de “paraguas” electrónicos sobre Moscú y sobre instalaciones esenciales, con capas internas avanzadas adicionales sobre edificios estratégicos, y una compleja red de defensas aéreas para derribar los drones antes de que lleguen al Kremlin, en el corazón de la capital.
El conflicto bélico, el mayor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, ha combinado un choque de desgaste de trincheras y artillería al estilo de la Primera Guerra Mundial con la gran innovación de los drones.
Moscú y Kiev han tratado de comprar y desarrollar nuevos drones, desplegarlos de forma innovadora y buscar nuevas formas de destruirlos, desde el uso de escopetas de agricultores hasta avanzados sistemas de interferencia electrónica.
Ambas partes han convertido drones comerciales baratos en armas mortíferas, al tiempo que aumentaban su propia producción.
Agencias AFP, Reuters y AP
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