tradición y ritual en el barrio Aramburu


En la tarde del sábado en el barrio Aramburu, a metros de la ENI N.º 5 y del playón del polideportivo, se realizó la tradicional Fogata de San Pedro y San Pablo, una vieja tradición que se niega a quedar olvidada en el pasado. La misma fue organizada por los integrantes del equipo de futbol Aramburu Futbol Club, quienes compartieron con los más pequeños un chocolate para acompañar el tradicional ritual.

Según las palabras de Geraldo Báez, uno de los organizadores, la idea de realizar la fogata fue “recordar una de las experiencias más lindas” que tuvieron durante la infancia. Por esta razón, se organizaron con el grupo de amigos que creció en el barrio Aramburu y con los cuales hoy tienen un equipo de futbol para jugar en campeonatos amateur para no perder la amistad.

Si bien algunos ya no viven en el barrio Aramburu, a todos los une la infancia compartida en las calles y playones del popular barrio ubicado en el departamento Rivadavia. Fue así que se organizaron no solo para buscar las ramas que iban a encender la fogata, sino que también buscaron medialunas, chocolates, un metegol y hasta un castillo inflable para que los más chiquitos del barrio, y sus propios hijos vivan una jornada agradable.

Los más pequeños tomaron chocolate con facturas en la previa de la fogata. Gentileza.

De esta manera, hasta el lugar fueron llegando las familias acompañadas de una taza para disfrutar su chocolate y después dar comienzo al tradicional ritual del 29 de junio. Luego llegó el encendido de la fogata que se realizó con la ayuda de unos quemadores que estaban colocados a pocos centímetros del lugar, en el cruce de las intersecciones 2 de abril y Teófilo Alonso.

¿Por qué una Fogata?

La festividad se celebra el 29 de junio. No es simplemente una fogata común, sino un ritual religioso que conserva su carácter sagrado, incluso cuando aquellos que la preparan, encienden y disfrutan en esa noche mágica desconocen el motivo de su conmemoración y celebración.

Dentro de la religiosidad popular, los elementos naturales como el agua, el árbol, las flores y el fuego, son considerados señales de una realidad trascendente e inexplicable. Específicamente, el simbolismo del fuego siempre tiene un trasfondo religioso: expía la brujería, aleja los malos espíritus y conmemora eventos sagrados. Tiene un sentido purificador y trascendente.

La fecha se entrelaza con otro rito relacionado con el cambio de estación: la fogata de San Juan. Del mismo modo, para la misma época del año, el martirio de los santos Pedro y Pablo se confunde con las pruebas en las que se quemaban presuntos cómplices del diablo. De esta manera, la muerte de los Apóstoles por crucifixión y decapitación se asocia, en el ritual de la fogata, con el sacrificio en la hoguera.

Los vecinos de la zona disfrutaron de un chocolate en la previa de la fogata. Gentileza.

La fogata es una festividad pagana y religiosa que forma parte de las tradiciones populares en Argentina, heredadas de la inmigración, que se consolidaron a principios del Siglo XX con el surgimiento del barrio como un espacio de encuentro, participación e identidad. Con la expansión urbana, que fue cambiando la apariencia de la ciudad y alterando las costumbres y las relaciones vecinales, las fogatas pasaron a ocupar un lugar solo en la memoria de la gente, aunque los nostálgicos tratan de que no queden en el pasado.

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