En febrero la boleta de agua aumentará menos de lo esperado. Una resolución de la Secretaría de Obras Públicas, dependiente del Ministerio de Economía, determinó que a partir del próximo mes el servicio que brinda AySa aumentará 1%. Esto marca un quiebre en relación con lo que viene ocurriendo desde junio.
A partir del sexto mes del año pasado, la boleta de AySa se ajustó según una fórmula que determinaba los incrementos mensuales por una combinación del movimiento de la inflación pasada y los salarios. De ese modo, durante el año pasado acumuló una suba del 317%. Es decir, se cuadruplicó. Sin embargo, la reciente resolución del Gobierno decidió romper ese esquema debido a “una notable desaceleración del proceso inflacionario, lo que ha influido en la revisión de los índices de actualización mensual”, tal cual explicó en el Boletín Oficial.
Desde la empresa informaron que, si se hubiera continuado con la fórmula que estuvo vigente durante el año pasado, el aumento de febrero habría sido del 2,85%, ya que dicho cálculo se realiza, según se había establecido en 2024, en base al Índice de salarios, el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) y el Índice del Precio al Consumidor (IPC).
En enero, el aumento también fue del 1%, ya que fue regulado por una resolución similar a la que impactará sobre el precio de la boleta de febrero. En los despachos oficiales indicaron que en marzo podría ocurrir algo similar si la inflación retoma su camino descendente.
De este modo, la boleta promedio rondará los $22.514 para el servicio de agua y cloaca. La mayoría de los hogares con niveles de ingresos altos afrontarán un pago cercano a los $26.540, los de ingresos medio, $24.102, y los de ingresos bajos, $19.367.
El escenario cambia para los casos en los que no se cuenta con cloacas. Por únicamente el acceso al agua, un hogar de ingresos bajos debería abonar, en promedio, $7383; uno de ingresos medios, $13.885; pero los de ingresos altos tendrían la factura más cara: $42.397. En la compañía explicaron que el motivo que hace que estos últimos paguen una cifra más elevada es que se trata de viviendas en barrios privados en Pilar, Ezeiza y Escobar que demandan muchos metros cúbicos.
En su momento, AySa había comenzado con incrementos altos en sus boletas, como el que se registró en abril, que ascendió a 209%, es decir, se triplicó. Luego, los incrementos mensuales llegaron en dosis más bajas. Dicha medida tenía como objetivo equilibrar las cuentas de la empresa pública y cerrar el año con superávit.
En ese sentido, la Secretaría de Obras Públicas, cuando decidió el aumento de febrero, describió que la compañía del agua “ha logrado avances significativos en la optimización de costos operativos, lo que ha permitido alcanzar el equilibrio económico-operativo”.
En paralelo, ante la consulta de LA NACION, el Ministerio de Economía informó que aún no terminó de definir qué ocurrirá con las boletas de luz y gas a partir del mes que viene. En enero aumentaron 1,6% y 1,82%, respectivamente. El objetivo de la cartera dirigida por Luis Caputo es comenzar a autorizar subas finales por debajo del ritmo de 2% mensual, aunque no se descarta que haya incrementos mayores cuando pase el verano y se avance con la quita de subsidios.
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