¿Si Bashar Al Assad ya no está, los sirios asilados en Europa deben irse? Debate en los países de la UE

La caída del régimen de Bashar Al-Assad abre un debate en Europa sobre la suerte que deben correr más de 1,2 millones de sirios refugiados desde hace casi una década en el viejo continente, principalmente en Alemania.

Entre finales de 2015 y principios de 2016, hasta que el 18 de marzo de ese año la Unión Europea firmó un acuerdo con Turquía, más de 1,2 millones de sirios (además de cientos de miles de iraquíes y afganos) llegaron al centro y el norte de Europa después de atravesar Turquía, el Mar Egeo, Grecia y varios países de los Balcanes.

De allí siguieron a Budapest, Viena, Múnich y finalmente las ciudades del norte de Europa que decidieron ellos mismos. Nueve años después su futuro se plantea a los gobiernos europeos.

La primera reacción a la caída del régimen de Al-Assad, tomada por más de 10 gobiernos europeos, fue la de suspender la tramitación de nuevos visados de asilo. Media Europa espera que un cambio positivo en Siria permita empezar a deportar a ese más de 1,2 millones de personas.

La Comisión Europea intenta desde hace días poner orden y el martes recordó que son los Estados miembros los responsables de otorgar o denegar el estatus de refugiado y que las deportaciones de los mismos sólo pueden hacerse si la persona concernida la acepta de forma voluntaria y siempre y cuando se den condiciones “de seguridad y dignidad” en el país de origen.

Refugiados sirios en Grecia miran las noticias que llegan desde Siria. Foto: ReutersRefugiados sirios en Grecia miran las noticias que llegan desde Siria. Foto: Reuters

Acnur, agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, calcula que hay cerca de ocho millones de sirios refugiados en otros países, de los cuales unos tres millones están en Líbano, Jordania, Irak, Egipto y, sobre todo, Turquía, que acoge a más de tres millones.

¿Qué hacer con esas personas?

Las instituciones europeas consideran, cuentan fuentes comunitarias, que hay que esperar a ver cómo se comportan las nuevas autoridades sirias y creen que no se da actualmente la situación para la deportación de los sirios.

Quienes quieran volver a su país voluntariamente podrán hacerlo, pero no se debe deportar a la fuerza a nadie. Algunos gobiernos tienen prisa. Austria e Italia pedían todavía hace pocas semanas a la Comisión Europea que pactaran con el régimen sirio el inicio de la deportación de sus refugiados. Muy pocos en Europa esperaban la caída de Bashar.

Algunos países aceleran y no hacen caso a la recomendación de Bruselas. Austria anunció que empezará a deportar a los sirios, aunque no explicó que si sólo lo hará con los que esperan todavía una resolución de su solicitud de asilo o si también deportará a los que ya tienen el estatuto de refugiado.

Finlandia, Dinamarca, Suecia, Letonia y Noruega anunciaron que estudian seguir los pasos de Austria. No todos siguen esa línea:

Sirios en Turquía regresan a su país. Foto: EFE Sirios en Turquía regresan a su país. Foto: EFE

España aseguró que “no está encima de la mesa” la deportación de los sirios y ni siquiera suspender sus solicitudes de asilo.

El canciller español José Manuel Albares, a contracorriente de la mayor parte de los países europeos, dijo que “en estos momentos, las solicitudes de asilo de ciudadanos sirios son pequeñas, no es como en otros países de la Unión Europea que han tomado ya medidas. No es necesario tomar ninguna medida adicional”.

Dar marcha atrás con las deportaciones

El Consejo de Europa, organización independiente a la Unión Europea dedicada a la protección de los derechos humanos y las minorías, publicó una nota exigiendo a los gobiernos que dieran marcha atrás en sus anuncios de deportar a los refugiados sirios y recordó que devolver a la fuerza a los sirios choca con la normativa internacional.

De los 1,2 millones de sirios residentes en Europa, más de dos tercios viven en Alemania. Casi 100.000 en Austria, casi 90.000 en Austria, más de 60.000 en Países Bajos y más de 50.000 en Grecia. Un portavoz de la Comisión Europea dijo el martes que “es importante que las devoluciones se hagan sobre una base voluntaria” y que sean “seguras y dignas”.

¿Es segura la nueva Siria para que vuelvan sus ciudadanos refugiados en terceros países?

La nueva canciller europea, la estonia Kaja Kallas, dijo el martes que la Unión Europea juzgará a los rebeles sirios que han tomado el poder “por sus acciones, no por sus palabras”. El temor europeo a otra ola migratoria es claro. Kallas también dijo que “nos preocupa que la situación pase a ser de venganza por parte del otro lado”.

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