Los operadores de los mercados están relativamente tranquilos respecto de lo que va a pasar con la economía en 2025, aunque vislumbran “grietas” en los pilares que sostienen el andamiaje del modelo elegido por el Gobierno para estabilizar los precios.
Una de los fundamentos que para el Ejecutivo es intocable, el superávit fiscal, puede deteriorarse este año si se mantiene en los meses siguientes la dinámica que se vio en enero. Ese mes el superávit primario fue del 0,30% del PBI mientras que el financiero fue del 0,07% del PBI, con un leve deterioro de 0,02 puntos respecto de igual período del 2024.
Superávit fiscal: analistas ven «grietas» en el modelo del Gobierno
De acuerdo con estimaciones de Cohen Argentina, si el comportamiento de los gastos y los ingresos es el mismo en los próximos 11 meses el resultado anual podría ser de un superávit primario equivalente al 1,3% del PBI, pero con un déficit financiero del 0,1%.
Dado que los márgenes que se manejan son muy acotados, el Gobierno tiene todavía mucho terreno por delante para aplicar su máxima de que si bajan los ingresos, entonces se tiene que hacer un ajuste equivalente.
El problema es que de acuerdo con la dinámica vista hasta ahora los gastos podrían crecer a razón de un 3% mensual, estiman en Cohen Argentina, mientras que los ingresos totales están en baja. En enero, a pesar de que la recaudación tributaria mejoró algo más del 5%, los ingresos totales cayeron 2% real.
Las erogaciones van a seguir subiendo en 2025 porque el Gobierno indexa el costo previsional, que explica más de la mitad del total de las partidas, por inflación pasada. Se trata de un tipo de erogación intocable, de manera tal que si tuviera que volver a aplicar motosierra en 2025 lo tiene que hacer sobre otro tipo de partidas que no son muchas.
El año pasado ya dejó de hacer obra pública, también se espera que este año caiga el gasto en subsidios. También se dejó de mandar dinero discrecional a las provincias.
Los datos que maneja Cohen, expuestos en una reciente charla con sus clientes son: Los ingresos serían 16,6% del PBI mientras que el gasto primario equivaldrá al 15,4% del PBI. “Creemos que el gasto va a crecer al 3% mensual real. Los subsidios deberían mantener una caída de 10% real”, señalan.
El año pasado el Gobierno tuvo una ayuda invaluable de la inflación para cerrar los números. Por un lado le ayudó a licuar pasivos, y por otro mejoró las recaudación tributaria al impactar sobre los impuestos, mientras que las retenciones a las exportaciones cobraron fuerza en la primera mitad del año debido a la mejora inicial del tipo de cambio y la recomposición de la liquidación de divisas del campo, tras la sequía del 2023.
Además de ello, en 2024 hubo extras que ayudaron a mejorar los ingresos tributarios, como la moratoria y el paquete fiscal.
Este año, ya sin Impuesto PAIS y sin toda la ayuda de esos ingresos extra, todo dependerá del crecimiento económico para compensar. Eso en los primeros meses seguramente se logre.
Frente político mejor
Otro punto que el mercado ve favorable para la dinámica de la economía es la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Se considera que es un factor de volatilidad en función de posibles resultados.
El consenso del mercado hoy es que la popularidad del Gobierno ya tocó techo. Tan solo se observará la evolución de otros factores como el escándalo de las criptomonedas para ver si eso puede afectar más adelante.
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