En un hecho sin precedentes para la legislación provincial, durante la mañana de este martes se presentará ante la Cámara de Diputados de San Juan un proyecto de ley que propone reconocer a los animales como seres sintientes, es decir, como individuos con capacidad de experimentar sensaciones, emociones y sufrimiento. La iniciativa, impulsada el gobernador Marcelo Orrego, busca modificar el estatus jurídico de los animales, que actualmente son considerados como «cosas» según el ordenamiento legal vigente.
El fundamento central del proyecto radica en el creciente consenso científico que demuestra que los animales poseen conciencia, capacidad cognitiva y emocional. Esta perspectiva fue respaldada por fallos judiciales históricos en Argentina, como el caso de la orangutana Sandra —reconocida como «sujeto de derechos no humano» por la Justicia en 2014— y el de la chimpancé Cecilia, a quien un tribunal de Mendoza le otorgó en 2016 el derecho a vivir en un santuario por su condición de ser sintiente.
La propuesta legislativa establece definiciones claras sobre qué se entiende por «animales», seres vivos no humanos dotados de sensibilidad, y especifica categorías particulares, como perros de manejo especial o animales asilvestrados. Asimismo, introduce prohibiciones concretas: la instalación de nuevos zoológicos con fauna silvestre, el uso de animales en espectáculos circenses, la caza y comercialización de aves, excepto en casos de plagas, y la experimentación animal cuando existan métodos alternativos.
En línea con estándares internacionales, el proyecto retoma principios como las «Cinco Libertades» de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que incluyen garantizar a los animales bajo cuidado humano la ausencia de hambre, dolor y estrés. Además, se alinea con legislaciones de países como Alemania, Francia y España, donde el reconocimiento de la sintiencia animal ya es un hecho.
Las infracciones a la normativa serán sancionadas bajo el régimen de la Ley Nº 941-R, con posibilidad de acciones civiles o penales adicionales. Cabe destacar que la iniciativa no equipara los derechos de los animales con los humanos, pero sí los reconoce como sujetos de protección jurídica especial, marcando un antes y después en la relación entre la sociedad y el resto de las especies.
El proyecto se encuentra ahora en etapa de debate legislativo. De aprobarse, San Juan se posicionaría a la vanguardia en materia de derechos animales en Argentina, sumándose a un movimiento global que promueve una convivencia más ética y respetuosa con la vida no humana.
Mientras organizaciones protectoras celebran el avance, sectores como el de espectáculos con animales o criaderos podrían verse impactados. Sin embargo, las excepciones previstas para centros de rescate y reservas naturales buscan equilibrar la protección con actividades de conservación y educación ambiental.
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