Racing no extendió la fiesta de la Sudamericana: volvió a su apagada versión de cabotaje, empató con Platense y se aleja de la pelea en la Liga


Estaba muy dulce Racing. Si aquí mismo, en el Cilindro siempre poblado, había logrado eliminar a Atlético Paranaense para llegar a las semifinales de la Copa Sudamericana. Y aunque todavía estaba empalagado con las mieles internacionales, el campeonato doméstico le presentaba una buena oportunidad para descontar puntos en esta tabla que domina Vélez, su rival del sábado en Liniers. Independientemente, claro, de la prestación del líder en Rosario, este martes ante Central, había que cosechar tres puntos en casa.

Sin embargo, Platense fue un adversario demasiado incómodo. Y a pesar de que Racing lo empató en el primer tiempo, no tuvo ingenio para desarmar la granítica defensa de Vicente López. Hubo un mérito del arquero y los centrales visitantes, por supuesto. También, una gran ineficacia en ataque y los cambios que no funcionaron. Sin Almendra ni Quintero, ambos cansados, Gustavo Costas llenó el equipo de delanteros y volantes ofensivos, pero perdió claridad. Se desperdició una gran chance, sin dudas.

Ese clima festivo que contagiaba desde las tribunas, se apagó por el prematuro grito de Platense. Y así como Racing abrió el partido ante los brasileños a los 17 segundos, esta vez sufrió en carne propia un gol de entrada, producto de la distracción de sus laterales. Llegó el saque de costado de Sasha Marcich, la pelota se enredó, pero Vicente Taborda limpió la jugada con un taco magnífico y el pase filtrado de Leonel Picco encontró solo a Franco Minerva, que le comió la espalda a Gastón Martirena. El centro del volante, pasado, apenas alto, superó el saltito de Gabriel Rojas y Guido Mainero, ingresando al área en diagonal por la derecha, cruzó el remate inatajable para Gabriel Arias.

No se había armado el juego y Platense ya estaba en ventaja. Así y todo, no cambió demasiado el desarrollo. Al menos, desde lo que se esperaba. Racing se mostró intenso, algo más apurado en desventaja, y arremetió contra el área visitante. Fue a partir del manejo de Juan Fernando Quintero, aún en sus imprecisiones, y Agustín Almendra. Empujó Juan Nardoni desde el medio, se lanzaron Rojas y Martirena, pero chocó demasiado Maxi Salas y fluyó poco Maravilla.

Era insostenible la presión para Platense, pero hacía falta nitidez. Y Santiago Sosa, acaso uno de los valores más inteligentes del plantel, definió con categoría desde media distancia. Maravilla jugó para Juanfer y mientras se llevaba la marca, el colombiano asistió al volante devenido a marcador central, quien sacó un derechazo inalcanzable para Cozzani.

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