Por qué es cada vez más difícil e inaccesible alquilar un departamento en España


MADRID.- Cuando supo que tenía que vender el departamento de sus padres en el centro de Madrid, César pensó que le llevaría meses ubicar un piso que superaba el medio millón de euros. Pero no. Publicó el inmueble en un sitio web y comenzó una maratón que terminaría con el piso vendido en horas. Agendó 25 visitas para el primer día y cuando terminó la mañana ya tenía varios compradores. “Esto ha sido una locura, estoy que flipo. Había tantos interesados que le di prioridad a la gente del barrio”, dijo esa misma noche a LA NACION, cansado después de un largo día.

Tras la burbuja inmobiliaria que estalló en 2008, España se encamina a otra crisis de vivienda que pone en jaque a los más jóvenes y a la clase media baja. La compra de viviendas en España se encareció un 47% en los últimos ocho años, según datos oficiales. La tendencia se ratificó en el último trimestre de 2024, cuando el Instituto Nacional de Estadística anunció una suba del 8,1%. Las proyecciones privadas para este año siguen en alza, pero aún así, los pocos pisos que salen a la venta, vuelan.

Un grupo de manifestantes marchan para protestar contra el creciente costo del alquiler de apartamentos en Barcelona, España, el sábado 23 de noviembre de 2024. Emilio Morenatti – AP

España está en el podio de los países europeos con más subas en el precio de la vivienda, solo detrás de Irlanda y Portugal. Por eso, el tema se ha convertido en la principal preocupación de los españoles, según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas. La última vez que esto había ocurrido había sido en 2007, un año antes del estallido de la burbuja inmobiliaria que desató una crisis a nivel nacional. Los cálculos oficiales avalan la preocupación generalizada: el Banco de España calculó que hacen falta construir 600.000 viviendas sólo en 2025 para equilibrar el mercado inmobiliario y, así, frenar la suba de precios.

Los expertos consultados por LA NACION enumeraron los motivos para explicar esta crisis. Desde lo demográfico, un aumento poblacional impulsado, sobre todo, por la llegada de inmigrantes y una suba de las casas monoparentales, motivada por los divorcios. Desde el punto de vista de la oferta de viviendas, las estadísticas oficiales muestran un profundo déficit acumulado en la construcción de casas en los últimos 15 años. Y, por último, el motivo más importante -coincidieron- es el problema en los alquileres ocasionado por la especulación con los departamentos para turistas en ciudades como Madrid, Barcelona o las Islas Baleares.

Un conjunto residencial en Madrid el 18 de abril de 2023. (Foto AP /Paul White)

Si comprar departamentos es caro, alquilar es todavía más caro. Los alquileres subieron un 58% en los últimos ocho años, muy por encima del 17% que subieron los salarios. Los precios exorbitantes del alquiler en los principales centros urbanos volcaron a la clase media española a la compra de propiedades a través de créditos hipotecarios.

“A pesar de todas estas dificultades, las tasas de interés en España están bajas (aproximadamente del 2% de interés) en comparación con otros países. Por eso, si puedes acceder a una hipoteca es conveniente porque terminas pagando una cuota mensual inferior a un alquiler”, explica José Carlos Díez, profesor de Economía de la Universidad de Alcalá.

“Obviamente, España tiene que resolver el problema de la construcción de nuevos inmuebles, pero el principal inconveniente actual son los alquileres. Hay que hacer una intervención quirúrgica en ese mercado. Muchos jóvenes y familias con menos recursos ya no pueden acceder a su vivienda y entonces se vuelcan al alquiler. Eso aumenta los precios. Por otro lado, los pisos turísticos han generado otro problema porque dan una rentabilidad mucho mayor y eso también eleva los precios”, agrega el economista especializado en temas de real-estate.

Vista de un cartel de ‘Se vende’ en un portal de un edificio, a 8 de abril de 2024, en MadridEduardo Parra – Europa Press – Eduardo Parra – Europa Press

María Matos, directora de Fotocasa, uno de los portales inmobiliarios que publica miles de ofertas a diario, define la situación del alquiler como una “drama habitacional” y remarca que un inquilino destina, en promedio, más de la mitad de sus ingresos en pagar su renta en Madrid y Barcelona. “El precio de alquiler está en máximos históricos desde hace dos años”. Los pisos turísticos -con bajas regulaciones en España-, el alquiler por habitaciones y la inversión especulativa han sido modalidades que incluso potenciaron la crisis de los alquileres, coincide.

La incertidumbre de los inquilinos, siempre preocupados por una posible negociación de su contrato con nuevos aumentos, ya es uno de los temas de conversación en bares y grupos de WhatsApp. De hecho, el Sindicato de Inquilinos convocó esta semana a una marcha nacional para el 4 de abril para reclamar una baja inmediata de los alquileres y, sobre todo, una política a largo plazo que contemple un descenso sostenido de los precios. Reclaman, además, una intervención del Estado con departamentos a precio protegido, como hicieron otras capitales europeas para frenar la especulación inmobiliaria.

“Estamos frente a una crisis política muy grave. Llevamos 15 años prácticamente sin construir vivienda pública. Y esto afecta a todos los partidos, porque en ese tiempo han pasado la derecha y la izquierda tanto en Barcelona como en Madrid. Han hecho poco y nada, por eso la gente está enojada. Tendrán que poner en orden el alquiler turístico y tendrán que construir viviendas muy rápido, pero de todas formas no habrá respuesta en el corto plazo”, asegura Díez.

Turistas sentados en un banco público en la Plaza Mayor en el centro de Madrid, España, el 29 de abril de 2024. (Foto AP/Bernat Armangue, Archivo)

La política ya tomó nota del problema, pero por ahora reacciona tímidamente. El presidente Pedro Sánchez anunció en enero un paquete de medidas centradas en aumentar la cantidad de viviendas disponibles, mejorar la regulación y entregar ayudas a los grupos sociales más afectados por la crisis actual. Sin embargo, el socialista dispone de pocas herramientas para activar el tema, ya que el uso del suelo está en mano de las comunidades autónomas en España, que finalmente son las que pueden darle un nuevo impulso a la construcción de nuevas viviendas.

Estamos navegando hacia una situación muy complicada que no tiene solución en el corto plazo. España necesita dos millones de viviendas para equilibrar su mercado inmobiliario, pero no tenemos suelo habilitado para construir, luchamos contra una burocracia estatal infinita y sufrimos un problema de mano de obra. ¡No podemos construir esas viviendas porque no tenemos suficientes albañiles para poner a trabajar!”, asegura Matos.

Lejos de las especulaciones, César estaba atravesado por la nostalgia la noche en que vendió el departamento donde creció, frente al río Manzanares. “Es increíble todo lo que ha pasado hoy. Si hasta me llamó un venezolano que quería comprarlo sin verlo, porque no vivía aquí en España. Era lo más cómodo, porque me transfería el dinero casi inmediatamente, pero no acepté su oferta porque el día de mañana, cuando quiera enseñarle a mis hijos el piso donde me crie, por lo menos quiero conocer al dueño”.

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