Los mercados bursátiles globales volvían a tener hoy un nuevo día complicado por las políticas arancelarias impulsadas por el presidente de los EE.UU. Donald Trump y el temor a una recesión en ese país. El índice S&P 500, por caso, bajaba un 0,13%, lo que lo dejaba 7,36% por debajo de los récords de hace tan solo un mes.
Las caídas se produjeron luego de que Trump anunciara que aumentaría los aranceles sobre el acero y el aluminio canadienses al 50% -desde el 25%- en respuesta a la decisión de Ontario de subir un 25% la electricidad que exporta a parte de los Estados Unidos. Sin embargo, el primer ministro de Ontario suspendió luego el impuesto a las exportaciones de electricidad tras una llamada con el secretario de Comercio de Estados Unidos, lo que deja un interrogante sobre si se mantendrá o no la suba de aranceles al 50%.
Mientras tanto, en el plano local, el Merval abrió al alza, bajó, subió, cayó de nuevo, y ahora se mantenía arriba un 1%, mientras que las acciones argentinas que cotizan en Wall Street avanzaban un 3% y los bonos caían un 1%.
Eduardo Levy Yeyati, chief economic advisor de Adcap Grupo Financiero, dijo que, por primera vez desde la pandemia, lo que pasa en el mundo es tan importante para pensar los activos argentinos como lo que pasa en casa.
“Para la Argentina, el panorama se complica: el aumento de la incertidumbre global reduce el apetito por bonos de alto riesgo –entre ellos, los argentinos, y una recesión en Estados Unidos impacta negativamente en la demanda de bienes exportables argentinos, afectando doblemente al país: en la llegada de inversiones directas y en la balanza comercial, las dos principales fuentes “orgánicas”, es decir, sostenibles, de acumulación de reservas”, explicó y agregó que la Argentina enfrenta un entorno global complejo, dominado por la política proteccionista de Trump y una Europa que busca su autonomía defensiva, todo lo cual agrega volatilidad externa a la volatilidad local asociada al frente externo.
Según Levy Yeyati, esto a su vez profundiza la dependencia de un Fondo Monetario Internacional (FMI) listo para ofrecer un puente hasta después de las elecciones –e incluso para el resto del período presidencial–, pero reacio a firmar un compromiso mayor antes de ver señales de normalización en el frente cambiario.
Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, dijo que lo que está pasando en el mundo es muy preocupante porque el mercado no anticipó que el segundo mandato de Trump iba a ser tan proteccionista y porque la Argentina está hoy acoplada a los mercados globales. “Si en Estados Unidos el mercado baja un 2% acá baja 5 o 6% porque además los mercados que estaban caros como la Argentina, obviamente se venden y los que no estaban tan caros como Brasil o Chile, por ahí se compran. Entonces tenemos dos frentes: una agresiva guerra comercial que podría transformarse en un problema de deuda si Canadá vende bonos estadounidenses y un intento de aterrizaje forzoso de la economía norteamericana de manera de lograr que bajen las tasas. Trump está siguiendo los pasos de Reagan de manera que el costo en general del crédito baje, pero sobre todo el costo del crédito para refinanciar el enorme volumen de deuda que tiene Estados Unidos y que tiene que ir rolleando [refinanciando]”, argumentó.
El problema de esto, de acuerdo con Camusso, es que genera una recesión y un ajuste fuerte en los mercados accionarios que impacta en la Argentina, que además tiene pendiente cerrar el nuevo acuerdo con el Fondo. “Tenemos que cerrar con el Fondo, los bonos tienen que rebotar para que el riesgo país baje, la inflación tiene que seguir bajando y el programa tiene que seguir corriendo en tiempo y forma. El problema es que no podemos tener el sartén por el mango de lo que pasa a nivel internacional”, continuó.
Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, dijo que no está claro hasta dónde pueden caer los mercados, dado que no se conoce hasta dónde va a llegar Trump y el resto de los países involucrados con las políticas arancelarias y, por lo tanto, hay incertidumbre sobre las consecuencias. “Esta incertidumbre es enemiga de los mercados y produce que los agentes busquen refugio, por ello los activos de riesgo se hunden. Eso también no pega a nosotros (Argentina), pero la deuda emergente no ha sufrido tanto como el equity, al menos hasta ahora”, dijo
“De todas maneras, la Argentina tiene mucho para seguir avanzando puertas adentro y el acuerdo con el FMI, entre otros factores, podrían, al menos, amortiguar el efecto”, cerró.
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