«Lo ofrecieron, como a tantos otros», fue la primera respuesta que partía desde Boca Predio ante la posibilidad de que Ander Herrera se sume al club en este mercado de pases. El nombre no era una sorpresa, puesto que ya durante las vacaciones del plantel que la posibilidad había surgido. Sin embargo, ya la chance era más que concreta a partir de que Fernando Gago se había entusiasmado con tenerlo en su plantel. Y con razones de peso.
Primero, por la figura que representa el español. Multicampeón en Europa, donde salvo en Zaragoza ganó títulos con todos los equipos en los que jugó (13 en total incluyendo una Europa League con el Manchester United y la Euro Sub 21 con su selección), su nombre se metió dentro del estrellato del Mundo Fútbol a partir de su etapa de cinco años en el United y -sobre todo- sus tres años en la constelación del PSG.
Allí, compartió plantel, cancha y afinidad futbolística con el mejor de todos (Lionel Messi), siendo uno de los que lo rodeó entre tantos nombres fuertes (Neymar, Killian Mbappé, Ángel Di María, Sergio Ramos, Leandro Paredes, Edinson Cavani) que acompañaron a ese equipo antes y después de jugar la final de la Champions League perdida a manos de Bayern Munich en 2020, la cual jugó como titular.
Y si bien se puede encolumnar el pase dentro de lo que es una incorporación excéntrica (por la falta de costumbre de tener jugadores europeos en el fútbol argentino), desde lo futbolístico su aporte será mayúsculo para la óptica del DT. Un verdadero futbolista para jerarquizar no sólo el plantel sino para darle vuelo a una mitad de la cancha que perdió en el transcurso del 2024 a casi todos sus integrantes.
El nuevo dueño del medio
En ese sentido, Herrera supone un reemplazo más que calificado para la salida de Pol Fernández, a quien Gago decidió utilizar hasta el último día pese a saber que no tenía futuro en el club. Todo a partir de la necesidad de tener un cerebro que maneje tiempos de los partidos y que pueda ayudar a engranar las piezas de un equipo al que no le sobran jugadores de esas características. Y luego del análisis que hizo el cuerpo técnico, de las referencias que los mismos ex compañeros de Ander dentro del plantel xeneize (Marcos Rojo, Chiquito Romero y Cavani) y -fundamentalmente- tras haber averiguado por su estado físico actual en España, se tomó la decisión de avanzar fuerte en dirección a Bilbao.
El factor Mundial
Claro que para el DT no será completa su llegada si no se complementa con un nombre que sí aporte más frescura desde la edad y el vigor, pero la evaluación para buscar sumar otra leyenda a las que ya tiene en el plantel también está en el horizonte la competencia en el Mundial de Clubes. Allí, con Benfica y Bayern Munich ya fijados como los dos primeros rivales, Gago sabe que necesitará un equipo con su sello, sí. Que llegue con rodaje, también. Pero que -si lo puede armar con nombres de talla internacional- los argumentos para plantarse cara a cara con los gigantes del mundo se incrementarán.
Cómo está la negociación
«Boca quiere, Ander quiere, Athletic quiere», resumen en España sobre la situación. «Se hará», completan, pensando en la necesidad que el Xeneize tiene y en que hoy el Vasco no tiene -en el equipo que lo catapultó a la fama (con Marcelo Bielsa como pieza clave en su historia)- un rol fundamental. Al contrario, superada una etapa de reiteradas lesiones musculares, su falta de continuidad es el factor que puede desencadenar su rápida salida. Porque Herrera necesita jugar. Y Boca necesita alguien que haga jugar al equipo.
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