Pedro Sánchez dijo que las redes sociales son «campos de batalla» y presentó un organismo para controlarlas


El presidente de España, Pedro Sánchez, presentó el Observatorio de Derechos Digitales, un organismo de control sobre las redes sociales que apunta a que “en el mundo digital se apliquen las mismas normativas y sanciones que en el mundo real”. El lanzamiento forma parte de una serie de medidas surgidas ante la “carrera tecnológica despiadada y el plan diseñado por la tecnocasta, potencias autoritarias y fuerzas antisistema”, con la idea de evitar que “el espacio digital se convierta en el salvaje oeste”.

“¿Por qué aceptamos como normal en el mundo digital lo que jamás permitiríamos en el mundo físico? ¿Por qué no aplicamos las mismas normas, las mismas leyes, los mismos derechos, los mismos deberes, las mismas obligaciones?“, expresó el mandatario, que definió a las redes como ”campos de batalla».

Durante la presentación, Sánchez reparó en que, “inexplicablemente, se permitió que los productos y los servicios digitales salgan al mercado sin controlar sus riesgos y sin saber cuáles son los potenciales daños”. “Por eso el observatorio de derechos digitales que lanzamos desde Red.es nace con esa vocación, que los derechos y las libertades que defendemos en nuestra vida diaria lleguen al mundo digital”, detalló.

En ese sentido, el titular del gobierno español afirmó que “las redes sociales son hoy auténticos campos de batalla donde no se discute, sino que lo que se hace es atacar”. “La principal consecuencia de todo ello es que, con mucha frecuencia, por desgracia, lo que se viraliza en las redes sociales no es la verdad, sino la mentira”, agregó.

El observatorio en cuestión tiene como misión el cumplimiento de la Carta de Derechos Digitales aprobada en 2021, que, según señaló el diario El País, se trata de “un marco de referencia para garantizar que los derechos y libertades reconocidos en la Constitución y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos se protejan también en el entorno digital”.

En este contexto, puso el foco en el impacto que tiene en la vida el mundo digital y puso como ejemplo que los delitos allí cometidos representan una quinta parte de todos los delitos penales registrados en ese país. En esa línea, mencionó que “una de cada cuatro jóvenes recibe solicitudes no deseadas de contenido sexual y los delitos de odio online crecieron un 32% en el último año”.

Creímos que las plataformas ayudarían a nivelar el campo de juego, pero lo han hecho más injusto. Un tercio de los perfiles en redes sociales son bots, que generan casi la mitad del tráfico de internet. Las búsquedas, los contenidos y las noticias que consumimos están sesgados. La viralidad cotiza muy por encima de la verdad”, reiteró.

En línea con las propuestas que hizo en el Foro de Davos, Sánchez insistió en la necesidad de terminar con el anonimato que “envenena las redes sociales y no puede ser una excusa para la impunidad”. “De la misma forma que no es posible conducir un coche sin matrícula o subirse a un avión sin identificarse, no podemos consentir que quienes acosan a otros ciudadanos, propagan mentiras o esparcen el odio, lo hagan además impunemente”, ha sentenciado.

Bajo esa consigna, instó a avanzar en la defensa de los derechos digitales de la ciudadanía y profundizar en la “transparencia algorítmica”. “Hay que obligar las plataformas a que compartan la información necesaria para su supervisión y hacer de moderación y de ese autocontrol un requerimiento, un requisito legal”, enfatizó.

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