Pablo Cohen descifra a Pepe Mujica y Lucía Topolansky: “Ideológicamente, Uruguay los domó” Por Patricia Kolesnicov
Quería saber qué los había hecho tan pragmáticos. Quería entender por qué dos dirigentes de izquierda, Pepe Mujica y Lucía Topolansky, habían conseguido aunar voluntades de un espectro muy amplio. Quería encontrar la fórmula que los había vuelto flexibles pero, dice, sin dejar de ser quienes eran. Como si fuera la fórmula de la Coca-Cola: el periodista Pablo Cohen se sentó a hablar con la pareja política que marcó un hito en Uruguay y en América latina para descubrir qué era lo que funcionaba. Se fue contento. Y escribió Los indomables, el libro donde cuenta esas charlas y que es… como ellos.
Hablaron de la Iglesia, de las personalidades que conoció -el Che, Fidel, Mao, Obama-, del Salón Oval, de sí mismo: “Yo no soy yo, sino que cargo con una historia, y esa historia también pesa: un viejo loco, que fue guerrillero, que estuvo preso y que fue presidente. ¿Te das cuenta? Es medio exótico”.
También, de la infancia de los dos y del origen patricio de la ex vicepresidenta uruguaya Lucía Topolansky: desciende de un hermano de Cornelio Saavedra. ¿Cómo fue que esa chica de alta alcurnia se volvió una militante? Fue en 1958, cuenta ella. Y empezó a hacer trabajo social. “Pero, si la hacés en serio, la militancia social te lleva a la militancia política en un santiamén”, le dice ella al periodista.
Es en este libro -que prologa Carlos Pagni– donde Lucía Topolansky dijo cosas que dieron vuelta al mundo. Cuando habló de los juicios de Derechos Humanos. Y aseguró que había gente “que miente en las declaraciones”. Y contó: “A un compañero nuestro vinieron a decirle —no importa de qué sector político—: ‘Mentí, decí esto y aquello, y metemos preso a fulano’. Y él contestó: ‘No lo voy a decir’”.
Cohen tiene una trayectoria importante. Nació en Montevideo en 1983, ha trabajado en medios como El País de Uruguay y Perfil, en Argentina, es gerente periodístico del grupo periodístico Tenfield y del canal VTV. Y escribió una serie de libros, entre ellos Habla Julio (2021), con entrevistas con el expresidente Sanguinetti, prologado por el expresidente Luis Lacalle Pou y por el filósofo Santiago Kovadloff.A José Mujica, Cohen no lo votó nunca. Pero eso le impidió tener una serie de encuentros, hablar de frente, escucharlo.
-¿Por qué te dieron estas entrevistas tan personales a vos?
-Yo presenté un libro sobre una institución uruguaya histórica que se llama MEVIR, y que, muy simplificadamente, se dedica a construir viviendas dignas para personas del medio rural que no pueden acceder a ellas. La única condición que puse para aceptar ese proyecto fue que estuvieran entrevistados todos los presidentes vivos de la democracia, porque MEVIR, creada originalmente por un gran filántropo, es demasiado importante como política de Estado. Entonces, cuando hice esa entrevista, descubrí que Mujica decía un montón de cosas en las que estaba influido por Lucía y que Lucía le soplaba un montón de cosas y tenía un pensamiento propio, fuertísimo, distinto, una personalidad metódica, cerebral, muy complementaria a la de ese caudillo carismático y romántico. Entonces yo dije: “Acá hay algo que no estamos viendo”. Después presenté un libro de entrevistas que se llama Diálogos en espejo, a dos grandes historiadores uruguayos, que a ellos les gustó. Me reuní con ellos a hablar del libro y así empezó.
-¿Por qué pensaste que había que hacer este libro? Sobre todo de Mujica hay mucho…
-Primero, biológicamente era muy posible que fuera uno de los últimos, sino el último. Segundo, por Topolansky. Hay algún libro por ahí, pero ninguno en el que ella fuera la entrevistada. Y no había ningún libro de ellos dos juntos. Y me parecía importante desmitificar algunas cosas, como por ejemplo el origen social de ella. Es una de las pocas familias fundacionales del Río de la Plata, la familia Saavedra. Una cosa muy curiosa, muy de Mujica Laínez, la familia de Lucía.
-Quise mostrar cómo había sido la infancia entre misas de gallo y campo de ella. Y, por otro lado, la infancia humilde, no pobrísima de Mujica. No le faltó nunca de comer, pero mucho más humilde. Entre chacras, en un barrio obrero de clase trabajadora de las afueras de Montevideo. Es el primer libro en el que Lucía es protagonista, quizá el último de Pepe y el primero de ellos dos juntos.
–¿Qué ibas a buscar?
-Yo iba a buscar las razones detrás de su pragmatismo. Pensaba lo siguiente: el MLN, el Movimiento de Liberación Nacional, fue una guerrilla que tuvo acciones para algunos simpáticas, para otros condenables, como por ejemplo un asalto a una financiera. Pero también otras acciones muy antipáticas y muy condenables. Pepe y Lucía estuvieron en el MLN pero no fueron líderes del MLN. ¿Cómo pasa esa guerrilla que es derrotada por los militares, esa minoría violenta, a abrazar la democracia republicana? Primero a reciclarse por vía electoral y a tener más votos que el Partido Nacional entero… Bueno, escuchando a la gente. Siendo una izquierda popular. Muy desacomplejada sociológicamente e incorrecta políticamente. Y con una enorme flexibilidad, un pragmatismo movimientista, casi peronista. Fui a buscar ese pragmatismo, pero quería conocer sus dimensiones. ¿Cómo te volviste tan flexible ideológicamente? ¿Cómo hacés para que gente que nunca hubiera votado al Frente Amplio los vote a ustedes?
Los comentarios están cerrados.