Murió Juan Izquierdo, el futbolista de Nacional: un luchador que le cumplió el sueño de campeón a su abuelo


Lo llora Nacional de Montevideo, lo llora Uruguay, pero principalmente lo llora el fútbol. La muerte de Juan Izquierdo, confirmada este jueves por su club después de seis días internado en terapia intensiva en Brasil, impactó por las formas, por los dos hijos pequeños (uno de dos años y otro de un puñado días) que deja y porque con 27 años todavía tenía una vida por delante. Y le llegó haciendo lo que más le gustaba, dentro de una cancha y cumpliendo la promesa que le había hecho a su abuelo, con el que ahora se encontrará del otro lado de la vida.

«No compro con nada la felicidad y toda la paz que siento. Hace unos meses se me fue mi abuelo y antes de que partiera se lo prometí y lo pude cumplir. El diario de campeón lo quiero para un futuro», reveló en una entrevista hace un año con el diario ‘El País’, cuando fue el héroe que llevó al título del torneo Intermedio a Liverpool.

La arritmia cardíaca, sumado a un paro del que tuvieron que revivirlo en el hospital israelita Albert Einstein, fue demasiado para su fornido cuerpo. Habían pasado apenas minutos de que se descompuso el jueves pasado en pleno estadio Morumbí, a los 39 minutos del segundo tiempo de la revancha por los octavos de final de la Copa Libertadores ante San Pablo, club que se puso a disposición, con Jonathan Calleri a la cabeza, de la familia del futbolista, que viajó enseguida para acompañarlo.

«Aprendí mucho a valorar cuando tengo salud, que parece normal», aseguró al recordar una dura fractura, a comienzos de 2022, que lo dejó afuera de las canchas durante seis meses. Se había prometido «romperla» a la temporada siguiente y así fue.

Como le pasa a tantos pibes (o gurises, de aquel lado del charco), a los 16 años pensó en dejar el fútbol y se fue varias mañanas con su papá e ídolo Nelson para revestir baños o colaborar en la limpieza. En ese momento, también, le habían detectado una arritmia, según reveló el lunes Sebastián Bauzá, a cargo de la Secretaría de Deportes de Uruguay. La pandemia lo había volcado a ser un soldador aficionado y hasta provocó que pudiera cumplir con una tradición uruguaya: la comparsa.

Gran parte de la familia de Izquierdo se reunió en Brasil, esa misma que hace unos años atrás -antes de la pandemia- armó una comparsa (Raíces del Sarandí del Yi), en honor al pueblo de los padres de Juanma. El futbolista tuvo un guiño del destino, y cuando viajaron al interior a presentarse, justo tenía libre en su equipo y pudo tocar el tambor.

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