Milei reiteró que el acuerdo con el FMI servirá para sanear el balance del BCRA y terminar con la inflación
En un texto en el que reiteró muchos de los conceptos expuestos en su discurso del sábado 1 de marzo, al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el presidente Javier Milei reafirmó hoy su convicción de que la inflación “es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario”, una muy conocida frase de Milton Friedman, premio Nobel de Economía 1976 y “padre” del monetarismo.
Además, ratificó que el nuevo acuerdo con el FMI servirá para sanear el Banco Central y permitirá avanzar en el objetivo de terminar con la inflación, pues no solo se habrán saneado los “flujos” monetarios, sino también recompuesto los stocks, disminuyendo así las expectativas de inflación (“inflación futura”) que causa precisamente el desequilibrio del balance del Banco Central.
El mandatario destacó que el efecto de la emisión “no es instantáneo, ya que la política monetaria opera con un rezago que oscila entre 18 y 24 meses” y por eso “aun cuando uno fije la cantidad de dinero, la inflación tardará en desaparecer entre un año y medio y dos años”. Ese proceso se complica más, señaló, “si en el origen existían restricciones cuantitativas en los distintos mercados aunado a controles de precios, lo cual genera un sobrante monetario que implica una mayor tasa de inflación de corto plazo”.
“La dinámica con la que suben los distintos precios (dólar, transables, mayoristas, minoristas y los salarios) depende del origen del desequilibrio”, fundamentó. Por lo que “aun sin desequilibrio monetario, para la misma escala nominal de la economía, los precios relativos suelen cambiar, lo que implica que cuando algunos suben, otros deberán caer por la simple cuestión de que la cantidad de dinero está fija”.
Esa explicación de la inflación, reseñó, “es muy potente”, pero insuficiente, porque “terminar con el problema de la inflación de una vez y para siempre requiere considerar de modo explícito las operaciones que los distintos agentes realizan con el Banco Central y cómo esto impacta en sus distintas hojas de balance (…) No solo hay que mirar qué está pasando con los flujos, sino también con los stocks”.
En una columna de opinión publicada en el diario La Nación, que el mandatario difundió a través de sus redes sociales, explicó que el patrimonio neto del Banco Central surge de la diferencia entre su activo y su pasivo. Si los activos fueron iguales a los pasivos, el Central podría rescatar todos sus pasivos (deudas) sin impactar el nivel de precios. Pero el BCRA tiene actualmente patrimonio neto negativo, por lo que restablecer su equilibrio patrimonial implica aumentar el nivel de precios para licuar sus pasivos, hasta que igualen el valor de sus activos. Por eso, afirmó, “cuanto mayor sea el deterioro patrimonial del BCRA, mayor será el nivel de precios que permite sanear su balance”, algo que llamó la “tasa de inflación subyacente de la economía”.
Ergo, completó, “para terminar con la inflación no basta con trabajar sobre los flujos, sino que resulta fundamental recomponer el equilibrio de stocks (patrimonio del Banco Central).
Los activos del Central -enumeró el presidente- incluyen sus reservas y títulos del Tesoro, sus pasivos incluyen la base monetaria (circulante monetario y “encajes legales” de dinero en los bancos) y, retrotrayéndose a la historia reciente, recordó el rol de “pasivos remunerados” como Lebacs (Letras del BCRA), Leliqs (Letras de Liquidez) y Pases, todas herramientas a las que recurrió el Central para evitar una inflación aun mayor “esterilizando” parte del dinero que emitía, pero al precio de acumular deuda y aumentar la cuenta de intereses con el sector bancario.
“Cuando suben los pasivos del BCRA, ya sea por emisión de pesos contra títulos públicos que no tienen mercado, es decir, emisión espuria, o por el devengamiento de intereses de los Pases, el patrimonio del Central se deteriora aumentando la inflación presente y futura”, explicó.
El gobierno, dijo, ya cortó el flujo de emisión de dinero, la base monetaria amplia permanece constante desde mediados de 2024 “y la inflación que se observa obedece a los rezagos de la desastrosa política monetaria K y la eliminación del sobrante monetario no titulizado”.
El resto del trabajo fue el reconocimiento de la pérdida de valor de los títulos públicos, ir pasando deuda del Central al Tesoro, lo que permitió reducir el total de deuda bruta consolidada en USD 20.000 millones. Sin embargo, concluyó, “falta un paso adicional y ahí es donde aparece el nuevo acuerdo con el FMI: el dinero que ingrese del FMI, el Tesoro lo utilizará para cancelar parte de su deuda con el Banco Central, de modo tal que la deuda bruta no sube y en caso de que la misma se utilice para rescatar títulos cuyo valor de mercado está debajo la par, la misma caerá. Por lo tanto, el acuerdo con el FMI busca restaurar el patrimonio del BCRA, para que de este modo la inflación sea solo un mal recuerdo del pasado”.
“Se podría objetar que, si bien la deuda bruta no sube, hay un cambio en el acreedor. Sin embargo, este argumento implicaría aceptar que la política querría seguir estafando a los argentinos vía inflación, lo cual no sólo es aberrante por su efecto negativo en el crecimiento, sino por cómo golpea sobre los segmentos más vulnerables de la población. También se podría señalar que estamos cambiando impuestos explícitos por un impuesto implícito no legislado, lo cual es falso porque la deuda bruta no sube. Y si así fuese, ante la necesidad de un mayor resultado fiscal el mismo lo alcanzaremos recortando el gasto. En definitiva, nada nos detendrá en nuestra tarea de exterminar la inflación y hacer grande a la Argentina nuevamente”, concluyó el presidente, reiterando conceptos que había presentado el domingo pasado ante el Congreso, en un posteo en la red X y en una entrevista televisiva.
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