PARÍS.– París se convirtió en las últimas 48 horas en el centro del mundo de la Inteligencia Artificial (IA). Decenas de responsables políticos, representantes de la IA planetaria, investigadores, organizaciones internacionales y ONG mundiales se dieron cita en la capital francesa con el objetivo de debatir sobre el futuro del planeta gracias a esa nueva tecnología. La idea del anfitrión, Emmanuel Macron, es permitir a Europa y a Francia hacerse un lugar entre los gigantes chinos y estadounidenses del sector.
La cita bien puede ser calificada de desafío en momentos en que las rivalidades tecnológicas y reglamentarias se exacerban en ese dominio lleno de promesas, y cuando Donald Trump, aliado a los gigantes de la tech, se dan por misión dominar el sector frente a una China no menos agresiva.
En todo caso, el resultado está a la vista: decenas de responsables políticos del planeta dijeron “presente” en la capital francesa. Entre ellos el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, o el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. También vino lo más representativo de la IA mundial: Sam Altman (OpenAI), Demis Hassabis (Google, DeepMind), Dario Amodei (Anthropic) o Arthur Mensch (Mistral AI). Sin contar con célebres investigadores, organismos internacionales y ONG. Ausente con aviso está Elon Musk. El hombre más rico del planeta, fundador de la start-up especializada xAI, hizo saber que no vendría a París: “Lamentablemente estoy en pleno trabajo crítico en Washington D.C.”, indicó en X.
El acontecimiento, de una rara magnitud, está copatrocinado por India. Narendra Modi, primer ministro de ese gigante de casi 1500 millones de habitantes viajó a París, así como el viceprimer ministro chino, Zhang Guoqing, o el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres. Por Europa están presentes el canciller alemán, Olaf Scholz; la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y la vicepresidenta a cargo de la Soberanía Tecnológica, Henna Virkkunen, entre otros.
El momento parece haber sido escogido a propósito, en plena competencia por el mercado internacional de la IA. El 27 de enero, los mercados tambalearon frente al éxito del chino DeepSeek R1, un modelo de IA generativa ultra eficaz, a un costo más que módico y pocos días después de que el planeta tech quedara fascinado con el anuncio, espectacular, del proyecto Stargate en Estados Unidos: 500.000 millones de dólares en cinco años para crear las infraestructuras IA del futuro, financiadas por empresas privadas.
“En momentos en que el mundo observa a China y Estados Unidos invertir masivamente en el desarrollo de la IA, toda la atención de nuestro continente se ha centrado en el camino que seguirá Europa”, analizó en vísperas de la cumbre el presidente Emmanuel Macron en una entrevista televisada difundida el viernes pasado.
Fiel convencido de la necesidad de convertir a Francia y a Europa en uno de los corazones de la IA, Macron dio por lanzado el encuentro con el anuncio de “109.000 millones de euros de inversión en la IA para los próximos años” en esa entrevista. El jefe del Estado comparó esa cifra a la anunciada una semana antes por Donald Trump para su proyecto Stargate.
“Proporcionalmente, (para Francia) es lo mismo que los 500.000 millones de dólares anunciados por la Casa Blanca”, señaló Macron quien, contrariamente a su homólogo norteamericano, considera “indispensable” regular esta nueva tecnología, que permitirá en todo caso “vivir mejor, aprender mejor y curar mejor”. Francia aumentará a 100.000 jóvenes la formación en IA contra 40.000 actualmente.
“Francia y Europa deben ubicarse en el corazón de esta revolución para aprovechar todas sus oportunidades. ¿Estamos dispuestos a luchar para ser plenamente autónomos, independientes, o dejamos que la competencia se reduzca a una batalla entre Estados Unidos y China?”, agregó.
El presidente francés, Emmanuel Macron, habla durante la Cumbre de Acción de Inteligencia Artificial en el Grand Palais de París, el lunes 10 de febrero de 2025Michel Euler – AP
La cumbre había comenzado, en realidad, el jueves pasado, cuando los Emiratos Árabes Unidos anunciaron la construcción en Francia de un “data center” gigante. El mismo, que representa una inversión de entre 30.000 y 50.000 millones de euros, permitirá crear “un consorcio de campeones franco-emiratíes”, según el presidente francés, que pretende transformar a Francia en el corazón europeo de la IA. El organismo formará parte de un campus centrado en la IA que será el más grande de Europa. Aunque eso no es todo, porque otros 35 sitios están “listos para el empleo” en Francia para acoger centrales de datos, según la ministra delegada para la IA, Clara Chappaz.
Pero nadie se engaña. La UE y los Estados que la componen están decididamente atrasados respecto de los gigantes de la digitalización y la tech estadounidenses, que contribuyeron en forma exponencial al crecimiento y la producción de riqueza del gigante norteamericano en estos últimos 20 años, mientras Europa permaneció prácticamente inmóvil. Una constatación ampliamente descrita en el informe del ex primer ministro italiano Mario Draghi en septiembre pasado.
Para superar ese atraso, más de 60 empresas se han aliado para hacer de la UE un “líder mundial” de la IA. Bautizada “EU AI Champions Iniciative”, la alianza busca “acelerar el impulso de la IA en Europa, coordinando acciones en la tecnología, la industria, el capital y las políticas públicas”. El grupo reúne a grandes grupos como Mistral, Spotify, Airbus o L’Oréal.
Muchos consideran culpables a las regulaciones europeas, que frenarían la competitividad de las empresas del bloque. Para la directora de Amazon Web Services Europe, Tanuja Randery, “navegar en nuestras reglamentaciones aquí (en Europa) da la impresión de resolver un rompecabezas cuyas piezas cambian constantemente”.
Por el contrario, el ex comisario europeo del sector, Thierry Breton defiende la regulación: “Gracias a los cinco grandes cuerpos regulatorios (DMA, DSA, DGA, Data Act, AI Act), la UE está regida por un solo mercado numérico unificado y no por más de 20. Esas cinco leyes dan por fin a nuestro mercado tech la profundidad que favorecerá la emergencia de campeones europeos”, asegura. Breton está convencido de que “Europa tiene todo lo necesario para tener éxito en el universo de la IA. Con miles de talentos e investigadores”, concluye.
Para Macron, las regulaciones de la IA son absolutamente necesarias. Para evitar todo tipo de amenaza sobre la libertad, los derechos civiles y humanos de la gente.
Pero, a su juicio, “ese trabajo debe hacerse a escala planetaria, con una regulación mundial y gobiernos de todo el mundo que asuman el compromiso”.
Y hay quienes parecen estar de acuerdo, incluso en Estados Unidos. Por ejemplo ROOST, por Robust Open Online Safety Tools. Detrás de ese nombre se esconde una nueva iniciativa lanzada en este primer día de cumbre por OpenAI, Google, Roblox, y otras empresas y organizaciones con fines no lucrativos. El objetivo: volver más segura internet, promoviendo instrumentos de IA open source. Según reza el comunicado, “ROOST ofrecerá útiles gratuitos, open source y fáciles para detectar, examinar y señalar los contenidos pedopornográficos”.
“Quiero que nos lancemos un desafío: construyamos una inteligencia artificial centrada en lo humano”, dijo este lunes la investigadora estadounidense Fei-Fei Li en apertura de la “Cumbre para la acción sobre la IA”.
Conferencias, mesas redondas, presentaciones y debates fueron previstos para estos dos días de cumbre en el Grand Palais de París. Emmanuel Macron recibió a sus invitados especiales en una cena en el Palacio del Elíseo. Este martes está prevista una cumbre de jefes de Estado, de gobierno y grandes responsables planetarios.
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