Luis Juez apuntó al peronismo por la protesta con barra bravas y trazó un paralelo entre el PRO en CABA y la Formosa de Gildo Insfrán Por Facundo Chaves

“Cuando el peronismo no gobierna, se vuelve destituyente, y son salvajes”. Desde su despacho en el Senado de la Nación, Luis Juez no tiene dudas: lo ocurrido la semana pasada en los alrededores del Congreso es una señal de alerta. La protesta contra el Gobierno, en la que participaron barras bravas, piqueteros y sindicalistas, derivó en hechos de violencia que, según el legislador, son parte de una estrategia de desestabilización. “Esto fue un caos, con un nivel de violencia exagerada, explícita”, advirtió.

Juez no solo apuntó contra el peronismo. En esta entrevista, también criticó el presente del PRO de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires, al que compara con la Formosa de Gildo Insfrán, y reveló que le pidió al Gobierno retirar el pliego de Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema, advirtiendo que una derrota en el Senado podría derivar en un choque de poderes.

Para Luis Juez, la situación dentro de la oposición es preocupante. Mientras el gobierno de Javier Milei enfrenta desafíos en el Congreso y en el control de la calle, la interna entre La Libertad Avanza y el PRO amenaza con debilitar aún más la coalición que llevó al libertario al poder. “Hoy el PRO parece más un partido vecinal que un partido que gobernó la Argentina”, dispara el senador, sin rodeos.

Juez considera que la conducción del macrismo está atrapada en una lógica de disputa alejada de la construcción política a nivel nacional. “Hay una mirada porteñocéntrica que fastidia, que irrita, que enoja. Una mirada unitaria horrible. Pareciera que todos los problemas son los de la Capital Federal. ¿Y el resto?”, cuestionó, dejando en claro su malestar con el enfoque del PRO.

Y trazó un paralelo que, admitió, traerá polémica: “Si está mal lo de Gildo Insfrán (en Formosa) y lo de Gerardo Zamora (en Santiago del Estero), si estamos en contra de las monarquías provinciales, entonces también tenés que entender que alguien te va a venir a disputar, después de tantos años en la Ciudad de Buenos Aires”, señaló.

También confirmó su intención de volver a competir como el candidato a gobernador de Córdoba de Milei: “Se me ocurrió decir que si al presidente le va bien y yo tengo una cuarta oportunidad para pelear en Córdoba, me gustaría hacerlo con él y se armó quilombo, porque ya me vuelvo competitivo”.

– Le pido una reflexión sobre lo que pasó esta semana en los alrededores del Congreso. Hechos de mucha violencia en medio de una manifestación contra el Gobierno.

– A nosotros nos agarró acá. Esto fue un caos, con un nivel de violencia exagerada, explícita. Tipos que no venían a dialogar, ni venían a plantear ninguna reivindicación previsional, sino que venían a hacer daño. Esto pasa cuando les das banderas a sectores que claramente las terminan bastardeando. ¿A quién se le ocurre que la barra brava va a venir a pelear por la jubilación de nuestros viejos? Vinieron a hacer quilombo y esto es preocupante. El Gobierno tiene que tomar nota porque esto se va a repetir.

– Lo singular de esta protesta fue la participación de barras de fútbol junto a piqueteros y sindicalistas ¿Para usted quién estuvo detrás de esto?

Marcha de jubilados con el
Marcha de jubilados con el apoyo de barras, la campora y la izquierda en el Congreso (foto AFP)

Lo vengo diciendo: se van a ir sumando grupos piqueteros, sectores de izquierda, sectores mucho más revoltosos hasta que el peronismo logre tener alguna conducción de liderazgo. Vengo diciéndolo, y por Dios ojalá me equivoque porque me encantaría que me vengas a hacer una nota a vos y yo pedirte disculpas, pero esto va a terminar con muertos en la calle. Esto lo van a hacer y vos vas a decir “Pero Juez”. Esto pasó con Kosteki y Santillán.

Cuando el peronismo no gobierna, se vuelve destituyente, y son salvajes. Lo son para con ellos mismos, imaginate para con un gobierno que no es de su signo político. Lo que pasó fue un preaviso de lo que creo que va a venir, lamentablemente.

– ¿Y qué piensa del Gobierno? ¿Cómo debería enfrentar este desafío la Casa Rosada?

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