Luciano Benavídes y otro triunfo que invita a la ilusión: “Siento que ganaré el Dakar ahora o en el futuro”
“Lo de hoy sí que fue importante”, sentenció seriamente mientras el sol se apoyaba en el horizonte del desierto de Haradh. Luciano Benavídes ya estaba planificando la etapa del miércoles, pero cada dos minutos volvía a la victoria lograda en la novena etapa del Rally Dakar 2025, la competencia más extrema del planeta.
El piloto salteño, de KTM, insistía en el concepto que agigantaba su logro: “No es fácil ganar cuando abrís pista”. Y Luciano tiene razón. Con el nivel superlativo de los actuales pilotos de motos del Dakar, velocistas competitivos, no es un detalle menor. Al contrario. “Es la primera vez que abro pista y gano una etapa”, comentaba casi como si estuviese hablando solo, repasando cada detalle de la actividad del día, que comenzó muy temprano en la agitada capital de Arabia Saudita, Riyadh.
Rumbo al sudeste del país de Medio Oriente, la caravana aceleró rumbo a Haradh. Atrás quedó una ciudad avasallante, de un tráfico vehicular sorprendente a toda hora, mucho más por la noche. La gente aquí está acostumbrada a salir por las noches, ya que gran parte del año el intenso calor no permite otra opción.
Si hasta los carteles de “Cuidado: víboras venenosas” a los costados del camino que sale del aeropuerto intimidan igual o más que los agentes armados hasta los dientes en cada lugar del aeropuerto. El campamento está ahí nomás.
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