Los aranceles de Donald Trump al acero y aluminio entran en vigor y Europa anunció represalias
La Casa Blanca confirmó la entrada en vigor de aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio, medida que afecta a todos los países, entre ellos Canadá, Australia, la Unión Europea y Argentina. La decisión, que se implementó desde este miércoles, provocó una rápida reacción de la Unión Europea.
La Comisión Europea anunció que, a partir de abril, impondrá contramedidas arancelarias sobre productos estadounidenses por 26.000 millones de euros. Estas medidas buscan “proteger a las empresas, trabajadores y consumidores europeos del impacto de estas restricciones comerciales injustificadas”, según un comunicado oficial.
El plan europeo contempla la reaplicación de aranceles previamente suspendidos sobre 8.000 millones de euros en exportaciones estadounidenses, además de nuevas restricciones sobre 18.000 millones de euros en productos. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, calificó la respuesta como «firme pero proporcional», aunque aseguró que la UE mantiene la puerta abierta al diálogo.
Mientras tanto, la incertidumbre derivada de estas tensiones sacudió a los mercados financieros, con temores de que la escalada arancelaria pueda impactar negativamente en la economía estadounidense y aumentar el riesgo de una recesión.
Idas y vueltas con Canadá por los aranceles
Además, la Casa Blanca aclaró que descarta aumentar los aranceles sobre los metales canadienses al 50%, como había anunciado el presidente Donald Trump el día anterior.
Inicialmente, Trump había planteado esta suba en represalia a la decisión de Ontario de imponer un impuesto a la electricidad exportada a Estados Unidos. Sin embargo, tras la amenaza, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, anunció la suspensión de la tarifa y el inicio de negociaciones para ajustar la relación comercial entre ambos países.
Impacto en los mercados y críticas a la política arancelaria
El giro en las políticas comerciales ha sido duramente criticado por analistas financieros. Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, calificó la situación como un “absurdo arancelario” con efectos inmediatos en los mercados.
«Funcionarios de Estados Unidos y Canadá han pasado horas imponiéndose aranceles mutuamente, solo para luego revertirlos, lo que añade aún más confusión. El problema es que esta ‘farsa’ tiene consecuencias inmediatas, afectando el sentimiento de los inversores y presionando los mercados», señaló.
Además, destacó que los fabricantes estadounidenses ya están pagando precios significativamente más altos por el acero, aluminio y cobre, ya que muchas empresas se apresuraron a acumular stock antes de la implementación de los aranceles.
«La brecha entre los costos de las materias primas en Estados Unidos y en otros mercados, como Europa y Asia, está debilitando la competitividad de las empresas estadounidenses. Esto impacta la confianza empresarial, alimenta la inflación y reduce los márgenes de ganancia, incluso antes de que los aranceles entren completamente en vigencia», explicó.
Como consecuencia, la volatilidad de los mercados sigue en aumento, con inversores cada vez más cautelosos. «Si no hay señales de estabilidad en la política comercial de la Casa Blanca, es probable que la incertidumbre persista y provoque nuevas caídas en el mercado», concluyó Ozkardeskaya.
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