Gonzalo Montiel y Sebastián Driussi fueron recibidos este jueves como si fueran estrellas de rock cuando fueron a hacerse la revisión médica en la Clínica Rossi, el último paso burocrático antes de convertirse nuevamente en jugadores de River. Y no se exagera: hubo locura en las inmediaciones del centro médico para ver de cerca a otros dos hijos pródigos que vuelven a casa.
El defensor, autor del penal que definió la final contra Francia en el Mundial de Qatar 2022, había llegado al centro médico junto a Driussi, el otro refuerzo que sumó el Millonario en las últimas horas, pero se retiró un rato antes que el delantero. En la puerta principal lo aguardó una multitud de fanáticos para abrazarlo y pedirle una foto o un autógrafo.
Cachete, como si estuviera en la vereda del Monumental, tardó un par de minutos en recorrer los pocos metros que lo separaban de la camioneta del club que lo esperaba. El desborde fue total, similar o superior a lo que se había visto en el aeropuerto algunas horas atrás cuando arribo junto a Ander Herrera, el español refuerzo de Boca. Una vez arriba del vehículo, Montiel se tomó el tiempo para responder a los pedidos de los hinchas y estuvo un rato largo firmando camisetas con la banda roja.
Un ratito más tarde, quien recibió el baño de cariño de la gente fue Driussi. El delantero se puso firme frente al Austin, que no quería largarlo, para cumplir el sueño de volver a Núñez. Y los hinchas se lo reconocieron.
De esta manera, aunque es muy poco probable que sumen minutos el martes en el Monumental en el amistoso ante la Selección de México, es un hecho que formarán parte de la presentación oficial de los refuerzos que se realizará en la previa del partido.
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