Las siete ‘royals’ que pueden romper el protocolo y vestir de blanco ante el papa de RomaPor Alba García
El delicado estado de salud del papa Francisco ha puesto en marcha en las últimas semanas un gran protocolo para que los fieles de todo el mundo puedan conocer cómo se encuentra, pues lleva varias semanas ingresado en el hospital Gemelli de Roma. Si bien el argentino ha destacado por ser uno de los pontífices más cercanos, eso no quita que todo lo que rodee a su figura esté protegido por el férreo protocolo del Vaticano, que controla la información que se comparte sobre él.
La institución es una de las más estrictas del mundo, no solo en este aspecto, sino que todo lo que rodea al sumo pontífice se cuida al detalle. De cara al público, una de las cosas que más llaman la atención es la necesidad de que aquellos que se reúnan con el papa deben llevar un vestuario específico, especialmente en el caso de las mujeres.
Así, el protocolo de la santa sede dice que las mujeres pueden llevar un vestido o traje de americana y falda hasta la rodilla, de color negro, manga larga, sin escote y una toquilla que cubra la cabeza. Se sugiere además que sean discretas en cuanto a joyería, complementos y maquillaje, apostando por piezas discretas, sencillas y elegantes.
Los hombres, por su parte, tienen un poco más de libertad. Antiguamente, se les pedía que lucieran frac, chaleco y pajarita blanca, pero a día de hoy basta con que luzcan un traje de chaqueta de color oscuro.
Pero no todas las mujeres tienen que seguir esa regla. Existen siete mujeres que pueden llevar un look diferente, si bien este también está marcado por el protocolo conocido como ‘privilegio de blanco’. Se trata de las mujeres que sean reinas de países católicos y que, como su nombre indica, deben ir de blanco. Se trata de una dispensa que el Vaticano hizo a aquellas casas reales que fueron fieles a la iglesia.
La primera mujer en vestirse de blanco durante una audiencia privada fue la reina Victoria Eugenia de España, en 1923, en una audiencia con el papa Pio XI. En la actualidad existen siete casos en todo el mundo. Por parte de España hay dos, los de la reina Letizia y la reina Sofía, quien continúa ostentando el título con el apellido de ‘emérita’.
En Bélgica ocurre algo similar con las reinas Paola y Matilde. Cuando Paola cedió el título a su hijo, lo hizo porque, cuando Felipe (actual monarca) se casó con Matilde, ella y su esposo, el rey Alberto II, decidieron entregarle la corona. También la princesa Charlène de Mónaco, esposa del príncipe Alberto, y la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo, quienes, aunque no ostentan el título de reinas, desempeñan un rol muy similar en sus respectivos países.
De igual forma, está Marina, princesa de Nápoles, esposa de Sergio de la Corona de Nápoles, quien, a pesar de no ser reina, tiene el derecho de vestir de blanco debido a su vinculación con la nobleza católica.
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