las proyecciones de J.P. Morgan para la Argentina


El banco de inversión J.P. Morgan celebró la notable desaceleración de la inflación en Argentina, que alcanzó en noviembre el 2,4%, el nivel más bajo desde julio de 2020. Este resultado no solo superó las expectativas del mercado, sino que también refuerza las perspectivas de un cierre de año con una inflación acumulada del 118% y una marcada reducción hacia un 25% anual para 2025, según las proyecciones del informe elaborado por los economistas Lucila Barbeito y Diego Pereira.

Un cambio en la dinámica inflacionaria

La desaceleración observada responde, en gran medida, a factores estacionales. J.P. Morgan señaló que los precios de los alimentos mostraron una variación mensual de apenas el 0,9%, impulsada por una baja significativa en las verduras frescas, con caídas del 11% en general y del 31,7% en productos como el tomate. Asimismo, la inflación subyacente, que excluye componentes más volátiles, se redujo al 3%, medio punto menos que en octubre.

Entre los sectores que más contribuyeron a este alivio inflacionario, se destacaron Ropa y calzado, con un aumento del 1,9%, y Equipamiento del hogar, con solo un 1,5%. Sin embargo, áreas como Educación (5,1%) y Servicios básicos, como vivienda y electricidad (4,5%), mostraron subas más pronunciadas, reflejando los ajustes tarifarios impulsados por la política oficial.

Estrategia cambiaria y sus efectos

El informe también valoró las decisiones del Ministerio de Economía respecto al manejo del tipo de cambio. La desaceleración del “crawling peg” —el ajuste gradual del dólar oficial— al 2% mensual ha sido clave para moderar la presión inflacionaria.

Según JP Morgan, este ritmo de ajuste será determinante para sostener la estabilidad de precios y permitir una inflación mensual cercana al 2% durante el primer trimestre de 2025.

Proyecciones para 2025

De cara al próximo año, el banco anticipa un crecimiento económico del 5% y una notable estabilización en los precios, que podría llevar a Argentina a niveles inflacionarios comparables con los de 2020, aunque en un contexto muy distinto. En ese momento, la inflación del 36% anual coincidió con una contracción del 10% en el PBI, mientras que ahora se espera un crecimiento sólido impulsado por inversiones y exportaciones.

J.P. Morgan también proyecta que la apreciación del peso, en torno al 30% frente al dólar blue, podría ayudar a controlar costos y mejorar la competitividad de los sectores productivos. Sin embargo, advierte que el gobierno de Javier Milei no cuenta con margen para errores en el manejo cambiario, especialmente en un escenario donde los precios internacionales y las tensiones geopolíticas generan incertidumbre.

Desafíos y fortalezas del contexto actual

El análisis del banco norteamericano resalta que, aunque los precios regulados siguen representando un desafío —con aumentos del 3,3% en servicios básicos y medicina prepaga—, la implementación de políticas de austeridad fiscal y el control monetario están generando resultados palpables. Además, el retorno de la confianza en el peso como medio de pago ha permitido que las medidas de ajuste no impacten tan negativamente en el consumo como se esperaba.

Para JP Morgan, el manejo exitoso de la política económica en los próximos meses será crucial para consolidar la estabilidad lograda y garantizar que la proyección inflacionaria del 25% anual para 2025 se cumpla. Este optimismo también encuentra respaldo en el incipiente consenso entre consultoras y organismos económicos que estiman un crecimiento sostenido de la actividad.

Un escenario de cautela y oportunidades

El reporte concluye que, aunque el camino hacia la estabilización está trazado, será vital que las medidas adoptadas continúen alineadas con las metas de ajuste fiscal y la previsibilidad cambiaria. El contexto global, caracterizado por tensiones geopolíticas y fluctuaciones en los precios de materias primas, representa tanto riesgos como oportunidades para la economía argentina en este nuevo capítulo.



Los comentarios están cerrados.