Las principales diferencias entre inflamación aguda y crónica, según Harvard Por Pilar Alvarez
La inflamación es una respuesta fundamental del sistema inmunitario frente a lesiones, infecciones y otros tipos de agresiones, y tiene un papel clave en el proceso de sanación del organismo.
Sin embargo, este mecanismo de defensa, aunque esencial para la protección y reparación de los tejidos, puede tener efectos adversos cuando no se regula adecuadamente.
En este contexto, la inflamación se presenta de diferentes formas, y comprender sus implicaciones es crucial para entender cómo impacta la salud.
Cuando el cuerpo experimenta inflamación, se activa un proceso defensivo en el que participan diversas células del sistema inmunitario.
Según el doctor Robert H. Shmerling de Harvard Health Publishing, la inflamación es una reacción protectora que se desencadena ante la presencia de una infección, lesión o alergia.
Durante este proceso, las células inmunitarias como los neutrófilos y los macrófagos se movilizan rápidamente hacia la zona afectada para combatir la amenaza y reparar el tejido dañado.
Esta reacción se caracteriza por la aparición de los signos clásicos de inflamación: enrojecimiento, calor, hinchazón, dolor y pérdida de función.
Aunque ambos tipos de inflamación comparten el mismo mecanismo de activación inicial, las diferencias entre la inflamación aguda y la crónica son notables tanto en sus causas como en sus efectos sobre el cuerpo.
La inflamación aguda es una respuesta inmediata y temporal ante una lesión o infección. En esta fase, el cuerpo responde rápidamente a la agresión para sanar el tejido afectado y eliminar cualquier patógeno o célula muerta.
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Este proceso suele durar pocos días o semanas y desaparece una vez que la causa se resolvió. Además, este tipo de inflamación es esencial para la curación, ya que promueve la regeneración celular y la reparación de los tejidos.
En casos como el de una herida en la piel o una infección bacteriana, la inflamación aguda asegura que el cuerpo se proteja de la propagación de la infección y que los tejidos dañados se reparen adecuadamente.
Por otro lado, la inflamación crónica es un estado de inflamación que persiste más allá de lo necesario, y puede durar meses o incluso años.
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