Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de la población global duerme mal. Además, en los últimos 50 años, se ha perdido el 25% de las horas de sueño, según afirmó el doctor Daniel Pérez Chada, director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral en una nota reciente en Infobae.
Los adultos deberían dormir 7 horas o más por noche de forma regular para promover una salud óptima, según la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño de Estados Unidos. Sin embargo, pocos alcanzan ese ideal, y en especial, las que tienen los mayores obstáculos para lograrlo son las mujeres.
La doctora Stella Maris Valiensi, neuróloga a cargo de la Sección Medicina del Sueño del Hospital Italiano de Buenos Aires y autora de “La ruta del sueño”, de Delhospital ediciones, y las doctoras Antonella Vera, Isis Pino, Sofía Caporale y Marcela Ponce de León, miembros del equipo, explicaron: “Una de cada 4 mujeres, tiene al menos un síntoma de insomnio, ya sea dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormidas o ambos. De hecho, las mujeres tienen un 40% más de probabilidades de tener insomnio en algún momento de la vida que los hombres, a pesar de necesitar más horas de sueño que los hombres”.
Las mujeres tienen un mayor riesgo de insomnio y de ciertos trastornos del sueño, incluidos el síndrome de piernas inquietas (SPI) y el trastorno alimentario relacionado con el sueño nocturno, expresaron las doctoras.
Por otro lado, las hormonas son otra de las razones que afectan el descanso femenino.
La Fundación del Sueño afirmó: “El ciclo sueño-vigilia está regido por hormonas. Estas afectan a cuándo una persona se siente cansada, cuándo se siente alerta y cuándo tiene hambre. Las mujeres pueden experimentar cambios hormonales cada mes y a lo largo de su vida, que afectan a sus ritmos circadianos y crear una mayor necesidad de sueño”.
Así, estas fluctuaciones las afectan en distintas situaciones y etapas:
“El síntoma más común del síndrome premenstrual (SPM) es sentirse cansada, reportado por el 84% de las mujeres. La depresión, la ansiedad y el dolor de espalda son otros síntomas comúnmente reportados. Todos ellos contribuyen al insomnio en la mujer”, manifestó el equipo del Italiano.
“Los factores que favorecen la fragmentación del sueño en esta etapa fue evaluado y publicado en una revista científica por la sección Medicina del Sueño junto con Obstetricia del Hospital Italiano, hace unos años. En esta etapa, consideraron que la carga de cuidado de familiares, hijos, era otro factor más de sueño fragmentado”, dijo la doctora Valiensi.
Recomendaciones para que las mujeres descansen mejor
Factores como las responsabilidades laborales y familiares también influyen en menos descanso. Un estudio abordó las diferencias en la calidad del sueño entre ambos géneros y concluyeron que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de despertarse para ocuparse de otras personas en el hogar, una tarea que altera su sueño. Las interrupciones del sueño pueden reducir la calidad general del sueño.
Las doctoras del Hospital Italiano aconsejaron respetar las prácticas de higiene del sueño que pueden ser útiles para cualquier persona que busque un descanso reparador. Son las siguientes:
“Un estudio encontró que aquellos que se bañaban por la noche, se movían menos durante la primera mitad de su sueño, lo que sugiere un aumento en la calidad del sueño. Las duchas de temperatura intermedia, tibia, pueden ser la mejor opción para las mujeres menopáusicas con el fin de evitar desencadenar un sofoco”, afirmaron las expertas.
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