La sorpresa de River en el mercado: negocia por un delantero chileno :: Olé

Con Marcelo Gallardo siempre hay lugar para las sorpresas, para lo inesperado. Para lo que no está en los planes de nadie, salvo en los suyos. Puede ser con una formación o un esquema táctico para un partido clave. Y puede ser, también, en el mercado de pases, para buscar una alternativa en una delantera en la que no abundan y podría haber pérdidas. Se trata de Gonzalo Tapia, un joven chileno de 22 años que decidió no renovar su contrato con la Universidad Católica que vence este martes y por quien River tiene negociaciones avanzadas para incorporarlo en condición de libre.

Si bien en Núñez aún mantienen bastante hermetismo con respecto al tema, en Chile son más optimistas y manifiestan que la operación por el punta que este año convirtió 11 goles y dio cuatro asistencias en 33 partidos podría cerrarse próximamente. De hecho, en el país vecino se habla de un contrato hasta diciembre del 2028. Pero, al tratarse de una de las grandes promesas de su país, lógicamente River no está solo en esto: el nacido en la comuna de Recoleta (en el Norte de Santiago) tiene sondeos de Brasil y hasta ya estaba cerca de llegar a un acuerdo con un club de Países Bajos, aunque esta propuesta para ser dirigido por Gallardo lo habría seducido mucho más para continuar su carrera y lograr el gran salto que busca.

Igualmente, todavía faltan algunos flecos para peinar en las próximas horas. El más importante tiene que ver con el costo final que le termina saliendo la operación a River: si bien Tapia llegaría con el pase en su poder, su intención sería dejarle un resarcimiento a la Católica, club del cual es hincha fanático.

Además, desde hace bastante tiempo que consideran a este joven al que el resaltan el liderazgo, la educación y la humildad como una de las grandes promesas del fútbol del país trasandino: si su transferencia no dejará varios millones en la tesorería se debe a que las partes no se pudieron poner de acuerdo en los montos para renovar el contrato. «Aquí tiene que haber dos voluntades. La nuestra ha estado y él ha tenido algunas dudas respecto de su futuro. Son dudas de su proyecto, de lo que él quiere hacer», decía Juan Tagle, presidente de la UC, hace dos meses y medio.

Diestro, rápido, picante, de 1,80 metro y siempre buscando el arco rival, puede jugar como extremo por ambas bandas y también como segunda punta, posición en la que Tiago Nunes (DT de la U. Católica) lo puso en esta temporada y en la que mejor rindió: marcó el 50% de los goles de su carrera, entre los que se destacan algunas muy buenas diagonales y otros cabezazos.

Esa última es una virtud que se le reconoce desde muy chico, tanto en su etapa de Inferiores en la Católica (llegó de niño) como en la selección chilena, en la que pasó por la Sub 15 y Sub 17 antes de llegar a este presente que lo tiene en la consideración de Ricardo Gareca (73′ en tres encuentros en estas Eliminatorias, entre octubre y noviembre).

De todos modos, River debe solucionar un tema no menor en caso de avanzar con este fichaje. Porque por más que la negociación sea directamente con el jugador, algo que claramente facilita el panorama porque no implica tener que llegar a un acuerdo con un club, lo cierto es que hoy posee los seis casilleros del cupo de extranjero llenos (los uruguayos Agustín Sant’Anna, Nicolás Fonseca y Sebastián Boselli, el colombiano Miguel Borja y los paraguayo Adam Bareiro y Robert Rojas, de vuelta en el club tras su paso a préstamo por Vasco da Gama, aunque sin ser tenido en cuenta por Gallardo).

De ellos, Rojas podría liberar su lugar si se concreta en los próximos días su cesión a Olimpia. Y habrá que ver si Fonseca, Sant’Anna y/o Bareiro terminan teniendo una salida que pasaría a ser necesaria si se dan las llegadas tanto de Tapia como de Leo Fernández. Aquí hay que recordar que si bien Boselli hoy no forma parte del plantel, está cedido en otro club del fútbol argentino (Estudiantes), por lo que sigue ocupando cupo.

Gallardo sorprende una vez más apuntando a un jugador desconocido para la opinión general del fútbol argentino. ¿Será otro de los regalos de Año Nuevo?