A pesar del cambio de año y de que las mediciones interanuales ya se empiezan a hacer contra los meses posdevaluación, la recuperación del consumo se sigue haciendo esperar. En enero, las ventas de los productos de la canasta básica cayeron un 10,6% frente al mismo mes de 2024 y de esta manera suman trece los meses con números negativos.
De acuerdo al relevamiento que realiza la consultora Scentia, la baja en las ventas de enero se sintió con mucha más fuerza en el AMBA (Capital Federal y el Gran Buenos Aires), donde las ventas en promedio cayeron un 12,5%, mientras que en el interior el golpe fue menor, con un descenso interanual del 9,3 por ciento. “De acuerdo a lo que presumíamos, si bien se desacelera la fuerte retracción vista desde junio 2024 en adelante, se mantiene la tendencia a la baja”, explicaron en Scentia.
La baja en las ventas se sintió en todas las categorías de productos, aunque fue mucho más pronunciada en los rubros de bebidas con alcohol -que registraron una caída del 19,3%- y sin alcohol (-16,8%)-, mientras que los perecederos y los alimentos secos son los que mostraron las menores caídas, -1,1% y -5%, respectivamente.
Por tipo de comercios, los más afectados fueron los autoservicios independientes (básicamente los supermercados chinos) que cerraron enero con una baja del 13,5% contra el mismo mes de 2024, ,mientras que en las grandes cadenas la caída promedio fue del 7,2 por ciento.
Para el Gobierno, la única buena noticia es que en enero los precios profundizaron el proceso de desaceleración. En promedio, los productos que comercializan los supermercados cerraron el primer mes del año con una suba interanual del 65%, lo que representa la menor alza en más de dos años y medio. Para encontrar un número más bajo hay que retrotraerse a junio de 2022, cuando los precios en las góndolas corrían a un ritmo interanual del 63,6 por ciento.
“El precio promedio ponderado continúa su proceso de desaceleración respecto al mismo mes del año pasado”, destacaron en Scentia.
El peor momento en materia de precios en los supermercados se vivió en el primer trimestre de 2024, cuando la inflación en las góndolas se mantuvo durante los tres meses por encima del 300% interanual.
Los números del consumo contrastan con otros indicadores de la economía que ya dan cuenta de una recuperación de la actividad, como las ventas de los comercios pymes que releva CAME, los patentamientos de autos y motos e incluso las cifras oficiales, que ya reflejan 7 meses de crecimiento en el nivel de actividad económica, según la medición del Indec.
A la hora de explicar la falta de recuperación de las ventas en los supermercados en el sector atribuyen los números en rojo a una confluencia de factores. El primero (y más obvio) es que los fuertes aumentos en los precios que disparó la devaluación de fines del año pasado obligó a muchos hogares a recortar el presupuesto que destinan a la compra de alimentos y bebidas y este ajuste todavía se hace sentir en las mediciones como las que realiza Scentia.
Otra posible razón que barajan en el sector es un eventual incremento de los niveles de la informalidad en la comercialización de alimentos y el resto de los productos de la canasta básica.
Algunas voces, por su parte, alertan sobre un cambio en los hábitos de consumo, lo que se traduce en un incremento en la demanda en canales digitales, a partir de la popularización de plataformas de venta online de alimentos como Mercado Libre o PedidosYa, especialmente entre los consumidores más jóvenes.
Por último, también hay analistas que señalan que las mediciones sobre las ventas en los supermercados no dan cuenta lo que está pasando con el consumo de alimentos fuera del hogar
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