la núcleo de diciembre anticipa varios meses más con un IPC arriba del 2%


Desde hace cuatro meses que la inflación núcleo, es decir, aquella que despeja los efectos de la estacionalidad de algunos productos sobre el índice general de precios, oscila entre el 2,7% y el 3,3 %. El dato no es menor, porque a la vista de los economistas muestra que todavía persiste cierta resistencia en el sendero de precios.

Tal como lo anticipa el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de noviembre, recién en mayo se podría quebrar el 2%, y algunos analistas ven por delante todavía varios meses con ese nivel de incremento de precios, mas allá de que el Gobierno busque forzar la baja con un atraso aún mayor del tipo de cambio.

Según informó el Banco Central (BCRA), desde febrero, la tasa de «crawling peg» se reducirá al 1% mensual desde el 2% actual, lo cual implica que más allá de que el Gobierno haya “secado” la plaza de pesos para reducir el ritmo de incremento de los precios, también se va a jugar a la apreciación de la moneda como han hecho otras gestiones en el pasado.

Al respecto, el economista liberal Roberto Cachanosky, crítico de la actual gestión económica, sostuvo que “sube la inflación y llevan el ‘crawling peg’ al 1% mensual”. “El argumento del BCRA es que ‘las observaciones de alta frecuencia confirman una inflación observada a la baja’. La inflación núcleo fue del 3,2% en diciembre, 2,7% en noviembre, 2,9% en octubre y 3,3% en septiembre. No se ve ninguna alta frecuencia en baja en la inflación núcleo, que no incluye a los regulados ni a los estacionales”, dice. Y, de hecho, afirma que “se tiran de cabeza al atraso cambiario” para forzar la desinflación.

La noticia menos alentadora: la inflación núcleo

Por su lado, Portfolio Personal Inversiones (PPI) sostiene que “la noticia menos alentadora” de los datos que publicó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Cencos (INDEC) “vino por el lado de la inflación núcleo, que aceleró y registró un aumento más marcado que la general”. “Trepó a 3,2% en diciembre, desde 2,7% en noviembre y 2,9% en octubre. El REM subestimó el registro, ya que preveía que la core se encuentre en 2,6%”, indicó la sociedad de bolsa en su ultimo reporte.

PPI estima que la razón por la cual el Gobierno decidió apurar la reducción del «crawling peg», a pesar de que no hay señales de desinflación más marcadas, tiene que ver con el incremento del precio de bienes no regulados, que fue del 1,9% el mes pasado, contra el 1,5% de noviembre. Los bienes no regulados impactan en el 64% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y están más relacionados con el tipo de cambio.

La idea del equipo económico sería profundizar la desinflación al influir en los bienes no regulados (64,3% del IPC) a la par que le devolverá mayor atractivo al ‘spread’ tasa-crawl. Recordamos que esto es clave para que se sostenga el ‘carry trade’ de importadores y exportadores y eso redunde en compras de reservas del BCRA”, explica la sociedad de bolsa.

dolar cara chica grande.jpg

La evolución del dólar es un elemento clave para la evolución de la inflación en Argentina.

La evolución del dólar es un elemento clave para la evolución de la inflación en Argentina.

Depositphotos

Por su lado, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sostiene que “los datos de la inflación núcleo muestran resistencia a la baja (3,2% en diciembre, 2,7% en noviembre, 2,9% en octubre, 3,3% en septiembre, 4,1% en agosto, 3,8% en julio, 3,7% en junio y mayo)”. “A pesar de esta situación, el Gobierno decidió reducir el ‘crawling peg’ al 1% mensual”, indica el reporte. También dice que “la eliminación del Impuesto País desde el 22 de diciembre no parece haber tenido efectos”

Al respecto, Hernán Letcher, director del CEPA, planteó a Ámbito que “la inflación núcleo no tiene efecto en materia de apreciación, mas allá de lo que puede significar como anticipo de inflación hacia adelante”. “Estuvo influida por aumento de la carne vacuna, pero no es menos cierto que anticipa que van a tener, en el mejor de los casos, varios meses para hacer converger la inflación con el tipo de cambio, con lo cual, se va a seguir apreciando”, explicó.

Apelar al tipo de cambio para frenar la inflación

Algunos economistas plantean que la inflación es un “fenómeno monetario siempre y en todo lugar”, de modo que tratar de controlar del precio de otro bien, como el dólar, escaparía a la teoría. Pero, en rigor, en casos como el de Argentina, en el que la credibilidad en las instituciones y la moneda local es bajísima, se hace necesario apelar a cierto grado de heterodoxia.

Eugenio Mari, economista en jefe de la Fundación Libertad y Progreso, señaló a Ámbito que, “en el caso argentino, nuestra propia historia inflacionaria nos ha hecho proclives a mirar al dólar cuando la moneda nacional nos falla”. “Es la famosa situación de economía ‘cuasi bimonetaria’ en la que estamos. Esta es una justificación para que el BCRA haya optado por un programa de estabilización con un ancla cambiaria, que es la que más rápidamente ayuda tanto a desacelerar los precios de los transables como ajustar las expectativas de inflación”, explicó.

Mari aclara que “no hay que perder de vista que el tipo de cambio es el precio de una moneda respecto a la otra”, por lo que “las necesidades de financiamiento monetario del Tesoro, la tasa de interés y la cantidad de pesos en circulación deben ser compatibles con el tipo de cambio prefijado ya que de lo contrario las inconsistencias se empiezan a ver en la brecha cambiaria y la credibilidad en el programa empieza a crujir”.

“En los programas de estabilización no solo hay un cambio en la dinámica del nivel de precios, sino también en los precios relativos. En medio de una hiper el poder adquisitivo de la moneda extranjera sube y los bienes transables aumentan su precio relativo. Cuando se estabiliza pasa lo inverso y los precios relativos de los no transables se recuperan. Lo que se observa por ejemplo en la suba de salarios en dólares”, señaló.



Los comentarios están cerrados.