La historia de Valentina Pertegarini, la primera mujer en ganar el Campeonato World Rally Raid que ahora va por el desafío del Dakar


Sonrisa tímida, hombros un poco encorvados. A pesar de ser la primera mujer campeona del mundo del Campeonato World Rally Raid, al momento de sacarse una foto con el campeón Mundial de Fórmula 1 Max Verstappen a quien había visto tantos fines de semana por TV, su postura dejaba en claro su nerviosismo: “Yo soy súper vergonzosa para pedir selfies, no me gusta molestar a la gente, como que veo a la persona muy famosa ahí y me conformo. Tengo la foto con casi todos. Max se fue muy rápido”, relata la argentina Valentina Pertegarini sobre la fiesta anual de la FIA en la que fue destacada por haber ganado como navegante en la categoría Challenger de su coequiper y marido, Nicolás Cavigliasso, el campeón del Rally Dakar 2019. “Ahora podemos decir que Nico ganó un Dakar y que yo soy campeona del mundo”, subraya la cordobesa que el 10 de enero cumplirá 33 años.

Para conocer su historia hay que retrotraerse a ese enero de 2019 en el que, tras levantar el trofeo por su tarea arriba del cuatriciclo, Cavigliasso hincó su rodilla en la rampa del Dakar en Lima, sacó una cajita de uno de los bolsillos de su pantalón y le propuso casamiento a Valentina, su noviecita de la infancia, su compañera inseparable desde hace 15 años y la persona que pasaba horas en el campamento haciéndole las hojas de ruta, el mapa que guía a los competidores en el rally. “Me encantaba hacerlas y, a su vez, era para que Nico usara ese tiempo y se vaya a bañar y a dormir. Yo lo hacía súper prolijo. Antes venían en blanco y negro y con unos numeritos chiquitos así -recuerda y hace el gesto con los dedos-. Entonces, era borrar, agrandar, con colores pintar, como había aprendido en un curso que había dado Marc Coma en la primera carrera de Nico en Marruecos, donde eran cuatro pilotos y yo. Pero ahora me río mucho porque yo decía, por ejemplo, ‘esto no’ y le borraba, ‘esto no, esto no sirve’. Y yo no tenía ni idea de lo que había, si después le faltaba información...”.

En ese momento, lo que menos imaginaba Vale era que cuatro años después le iba a leer las hojas de ruta arriba de un auto, en la categoría T4 SSV del Dakar 2023. “De automovilismo yo nada. Nada, nada, nada -aclara-. Nico empezó encima en cross, nada que ver. Después empezó a ir a Estados Unidos y ahí nosotros, con el padre y el hermano, ibamos a acompañarlo para que no corriera solo. Después cuando se pasa al rally sí necesitaba más gente. Y después en plena pandemia empezar a pensar en eso y acá estamos”.

Yo creo que estábamos en un nivel altísimo pero nadie te valora si no tenés el título abajo del brazo, ¿viste? Así que ahora podemos decir que Nico ganó un Dakar y que yo soy campeona del mundo. Creo que ya tenemos los dos títulos de aval. Pero es difícil esa parte. Una vez escuchamos una frase: podés ser el más rápido pero si vas en la dirección equivocada no ganás nada. Entonces, está bueno el equipo que hacemos y sobre todo está bueno que la FIA haya distinguido a los navegantes con una premiación también, al poder obtener puntuación por separado -NdR: desde 2022-. Eso nos pone en un lugar un poco más arriba”, agrega quien con 187 puntos -los mismos que su esposo- se consagró como la mejor navegante ya que el campeón entre los pilotos, el lituano Rokas Baciuska, fue variando de compañero.

El 13 de diciembre, cuando la FIA la reconoció como la primera mujer en alcanzar una corona de rally raid, Valentina fue por primera vez protagonista, después de muchos años de un papel secundario. “A mí me es súper raro, pero no por una cuestión de menospreciarme. Si no que yo muchos años ayudé a Nico con todo, le coordinaba las entrevistas, las cosas. Cuando nos llegan las invitaciones, pensábamos que Nico también estaba invitado al haber quedado segundo. Pero no, invitaron solo a los campeones, así que era yo con un acompañante. Nos reíamos. Ya ahora hacemos chistes”.

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