La familia Eurnekian pone en venta su participación en TGN y redefine su estrategia energética

HOUSTON.– La familia Eurnekian, dueña de la empresa petrolera CGC, comenzó el proceso para vender su participación accionaria en la transportista de gas TGN, de la cual tiene un 23,07%, junto con Tecpetrol. Esta última es el brazo petrolero del Grupo Techint, que es la controlante de la compañía.

CGC le dio el mandato de venta al Bank of America, que ya comenzó el proceso para recibir ofertas de compra. En el sector consideran que podría haber interés de algún grupo brasileño, debido a la intención de ese país de importar gas de Vaca Muerta.

CGC es una de las compañías que tiene la familia Eurnekian en su portafolio, junto con Corporación América, que opera la mayoría de los aeropuertos del país, y la bodega Fin del Mundo. En el corto plazo, el grupo tiene en carpeta sacar a cotizar a la Bolsa de Nueva York a CGC, como hizo en 2018 con Corporación América.

Compañía General de Combustibles (CGC)

La empresa que preside Hugo Eurnekian produce 22.000 barriles de petróleo por día (casi el 3% de la producción total del país) y 5 millones de metros cúbicos de gas natural por día (3,6%). Con la venta de su participación en TGN, la compañía espera concentrar el capital en la producción en el próximo tiempo.

CGC es dueña directa del 40,86% de las acciones de Gasinvest, junto con Tecpetrol, que tiene otro 40,86% y RPM Gas, que tiene el 18,28%. Gasinvest, a su vez, es el accionista controlante de TGN, con el 56,35% de participación. Southern Cone Energy es el segundo mayor accionista, con 23,53% y el 20% de acciones restante cotiza en la Bolsa porteña.

La venta de los activos petroleros de la estadounidense ExxonMobil a Pluspetrol por US$1700 millones sacudió el mercado energético. El interés que mostraron los jugadores locales por las áreas productivas de Vaca Muerta despertaron la curiosidad de las compañías internacionales por valuar sus activos locales. Este es el caso de la compañía francesa TotalEnergies y la noruega Equinor.

En el caso de TotalEnergies, el CEO global, Patrick Pouyanné confirmó en la CERAWeek, la conferencia de energía más importante del mundo, que están “listos para desinvertir” la licencia para producir petróleo no convencional en la Argentina. La compañía es la segunda productora de gas del país, con el 15,1% del total de mercado (15,1 millones de metros cúbicos diarios), aunque compite en el primer lugar con YPF con el 25% cuando se toma en cuenta todas las áreas gasíferas que opera.

En los últimos años, la compañía comenzó un proceso de vender los activos petroleros y ampliar sus inversiones energías renovables y en gas. Por caso, en 2023, intercambió su participación en el bloque Rincón de Aranda por un parque eólico de Pampa Energía. Actualmente, TotalEnergíes puso a la venta sus operaciones en Rincón la Ceniza y La Escalonada, ambos bloques en la cuenca neuquina también.

Equinor, en tanto, tiene el 50% de participación en el área Bajo del Toro, junto con YPF, que es el operador, y 30% en Bandurria Sur, junto con Shell (30%) e YPF (40%). “Dicho bloque se encuentra en la fase inicial de desarrollo y está situado en la zona central de la prolífica formación de Vaca Muerta”, dice la página de la empresa estatal noruega.

La petrolera todavía no decidió la venta definitiva de los activos en la Argentina, pero la puesta en valor en el mercado a través del banco Jeffries Group es una estrategia global que busca maximizar las restricciones de capital. El cepo cambiario en la Argentina, que imposibilita girar dividendos al exterior, hace que el país sea candidato para estar en la lista de venta. Aun así, la compañía mantiene sus participaciones offshore (costa afuera), donde está explorando petróleo en una etapa muy inicial.

TotalEnergies es la principal productora de gas costa afuera en el paísFabián Marelli

La ventana de venta de activos se da en un contexto local e internacional que se complementan entre sí. En la Argentina, la llegada de Javier Milei a la presidencia, si bien fue muy bien recibida por las empresas de capitales extranjeros, ya que se trata de un gobierno promercado que valora el capital privado, también se convirtió en una oportunidad para desprenderse de activos a un mejor valor después de años de precios deprimidos por el contexto inflacionario, de alta volatilidad y con controles de cambio.

Milei le inyectó al sector energético un impulso para acelerar el desarrollo de la producción de petróleo y gas, que si bien creció mucho en los últimos años, para pasar al siguiente nivel necesita de financiamiento. El acceso al capital estuvo prácticamente vedado en los últimos años por el altísimo riesgo país y la falta de ahorro en el mercado financiero local, que limitó el crecimiento del crédito. Si bien todavía el sector espera que las tasas de interés sigan bajando, la tendencia es vista como positiva por los empresarios petroleros.

Este contexto local se complementa con uno internacional más volátil. A su vez, el sector energético en sí está enfrentando un proceso de descentralización de las inversiones en la generación de energía económica, en vez de priorizar las renovables, como fue el lineamiento de los últimos años. A este panorama se suma la demanda de energía debido al crecimiento de la inteligencia artificial, cuyos centros de data consumen más electricidad.

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