La derrota de River dejó en el centro de la tormenta a los jugadores, pero por primera vez también las críticas le llegaron a Marcelo Gallardo
Hasta el momento, Marcelo Gallardo le da la razón a aquel refrán que dice que “segundas partes no fueron buenas”. No siempre sucede así pero, a siete meses de su regreso, el segundo ciclo del Muñeco como técnico de River asoma sin rumbo. La derrota por penales ante Talleres por la Supercopa Internacional en Asunción expuso todas las falencias del plantel e hizo que el volcán entrara en erupción, algo que era previsible por cómo venía jugando el equipo.
Si Facundo Colidio hubiese metido el quinto penal y River se hubiera quedado con la Copa en juego, el humor sería diferente, claro, y se habría evitado que la lava fuera expulsada, pero no hubiese cambiado el concepto. River jugó en Paraguay uno de los peores partidos en años. No pateó al arco. Apenas le acertó a los tres palos con un cabezazo de Miguel Borja que quedó en las manos de Guido Herrera. Fue un equipo que, como dijo el Muñeco en conferencia de prensa, no representa al hincha.
A la luz de los hechos, es, evidentemente, el momento más crítico de Gallardo en River. Porque él es el autor ideológico de este equipo sin “representatividad”, que en el campo de juego de La Nueva Olla no estuvo a la altura de lo que marca su historia. Y con una inversión de casi 40 millones de dólares en los últimos dos mercados de pases. “Soy la persona más incómoda cuando las cosas no salen”, afirmó el oriundo de Merlo.
Esta situación, de un River apático, insípido, sin creatividad, sin sorpresa y que no da la talla en partidos clave, es una continuidad de los últimos tiempos, que ya viene desde el ciclo de Martín Demichelis. Porque si Gallardo está hoy en el banco de suplentes de River nuevamente, es porque Micho se mancó. Después de un primer semestre en el que fue campeón, el equipo del ahora DT de Rayados de Monterrey involucionó y tuvo derrotas muy feas.
Se suponía que con Gallardo las cosas iban a mejorar. ¿Quién podía pensar lo contrario? Sin embargo, el fútbol no es lineal. A veces no tiene lógica. Y tampoco es un deporte de repetición. Te puede ir muy bien en un momento y en otro no y viceversa.
Lo cierto es que el Muñeco no pudo todavía modificar la historia. Y si bien los apuntados por los hinchas son los jugadores, el técnico está recibiendo algunos cuestionamientos. Ya sea por la banca excesiva a algunos futbolistas que no responden, por la falta de juego del equipo, por los cambios en los que no da en la tecla o por el error de diagnóstico en el mercado de pases, donde al menos le faltó un volante con más juego y un “9”.

Los números, además, también son elocuentes. Gallardo lleva 33 partidos en su segundo ciclo y tiene un porcentaje de puntos bastante menor a la misma cantidad de encuentros de su primer ciclo. En este segundo capítulo ganó y empató 14 y perdió 5. Es decir, cosechó el 57 por ciento de los puntos y no obtuvo ningún título. En su primer ciclo, había ganado 20, empatado 11 y perdido 2, lo que le daba un saldo del 72% y conquistó dos trofeos: la Copa Sudamericana y la Recopa.
Incluso, la primera parte del ciclo de Demichelis tuvo números importantes. Fue durante el primer semestre de 2023, en el que logró la Liga Profesional. En ese lapso tuvo el 74% de las unidades en juego.
Gallardo prepara un golpe de timón para tratar de revertir la situación actual. “Cuando uno como entrenador observa que no salen las ideas que nos ha identificado, hay que seguir insistiendo. He pasado por momentos negativos en mis años de gestión. Nada que desconozca. Cuando las cosas no salen hay que seguir insistiendo. Y si hay que cambiar, hay que cambiar. Después veremos cuáles son los nombres para tratar de exigir lo que estamos acostumbrados. Y ver las improntas del futbolista, que tiene que advertir que el mensaje que tenemos que transmitir es otro”, aseguró el Muñeco, que fue autocrítico y bajó una línea contundente a sus jugadores.
Es que dentro de un mes comienza la Copa Libertadores y urge encontrar el equipo. ¿Podrá dar vuelta la historia? Hasta el momento, el Gallardo de la segunda parte es una sombra del de la primera.
Los comentarios están cerrados.