Juan Martín Del Potro y Gabriela Sabatini, históricos en el US Open: la divertida arenga 'argenta' del tandilense y el triunfo donde vivieron sus días más felices
Juan Martín Del Potro y Gabriela Sabatini, dos de los tres mejores tenistas argentinos de la historia, volvieron a Nueva York, donde vivieron sus días más felices como tenistas profesionales. Allí, el tandilense escribió su capítulo más glorioso al completar la hazaña de vencer a Rafael Nadal y Roger Federer para consagrarse campeón del US Open en 2009, pero su historia con el Grand Slam estadounidense no se reduce a ese éxito inolvidable. Volvió a vencer al suizo en 2017 y en la temporada siguiente eliminó a Rafa para citarse en la gran final con Novak Djokovic, que lo venció en tres ajustados sets.
Sin embargo, a fines de aquel 2018, en el Masters 1000 de Shanghai, una nueva lesión de las tantas que tuvo a lo largo de su carrera le marcó el peor de los finales a su recorrido en la elite profesional: fue la fractura de la rótula derecha tras una caída que sufrió en la tercera ronda ante Borna Coric. “Es un momento muy difícil. Siento mucha tristeza, es un golpe duro que me deja sin fuerzas anímicamente”, dijo en ese entonces. Intentó volver, pero esa maldita rodilla no se lo permitió y se despidió del tenis entre lágrimas tras una triste derrota ante Federico Delbonis en su debut en el ATP de Buenos Aires del 2022.
Parece injusto tener que retirarse de esa manera, más aún cuando se trata de un jugador de la categoría de Juan Martín. Así también lo siente él. Quizás por eso haya elegido volver a Nueva York una vez más. Ya lo había hecho como comentarista para la televisión, pero ahora aceptó volver a vestirse de tenista y formar parte del Stars of The Open, evento organizado a beneficio de la Fundación USTA, que ofrece programas educativos y de tenis a comunidades de escasos recursos: primero se entrenó con Djokovic, con quien mantiene una gran relación, y después jugó junto a Sabatini, campeona en 1990 cuando aún no había sido inaugurado el estadio Arthur Ashe, un partido de dobles de leyendas ante Andy Roddick y Caroline Wozniacki.
En muchos casos, los tenistas que se retiran se alejan, al menos por un tiempo, del circuito cansados de la agitada vida del tenista: entrenamientos, partidos, viajes, conferencias de prensa a las que los obliga la ATP, compromisos comerciales y muchos etcéteras que generan un agotamiento físico y mental. A la Torre de Tandil le sucedió lo contrario. No tomó la decisión de retirarse, sino que las lesiones lo obligaron a ello y eso hizo que se quede con ganas de más tenis, más allá de ser el tercer argentino con más victorias (439) detrás de Guillermo Vilas (951) y de la propia Sabatini (632). Eso es lo que fue a buscar a esta exhibición, que por unas horas lo hizo volver a sentirse tenista.
Pasadas las 16 (horario argentino), Del Potro salió junto a Djokovic al Arthur Ashe y se llevó una ovación del público estadounidense que tanto lo quiere. Así comenzaba el show. «¿Ganar la medalla de oro fue tu mayor logro?», le preguntó el argentino al serbio en el marco de una divertida charla que se escuchó en todo el estadio. «Mi mayor éxito fue vencer a Juan Martín Del Potro en la final del US Open 2018», respondió sarcásticamente Nole, lo que despertó las risas de todos los presentes. El diálogo siguió escalando y el crack albiceleste, doble medallista olímpico, retrucó: «Mi mayor éxito fue ganarte en Río», dijo en referencia a su victoria en la primera ronda de los Juegos Olímpicos de 2016. Con mucho sentido del humor, el mejor tenista de la historia añadió: «Y en Londres (NdR: lo venció en el partido por el bronce en Londres 2012). Delpo es mi némesis en los Juegos Olímpicos. Ha sido mi asesino». Luego continuaron las risas y comenzaron a entrenarse de forma distendida.
El Stars of the Open comenzó a las 20 con un partido de dobles mixto entre cuatro tenistas en actividad: la número uno del mundo, Iga Swiatek, junto a Sebastian Korda frente a la dupla italiana de Jasmine Paolini y Matteo Berrettini. El estadio de tenis más grande del mundo, con capacidad para 23.771 espectadores, se iba llenando, ya que nadie se quería perder lo que vendría después: Novak Djokovic y John McEnroe ante Carlos Alcaraz y André Agassi. El show estaba asegurado. Y así fue.
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