La final del Australian Open 2025 confirmó que el tenis masculino está viviendo el comienzo de una nueva era. La era de Jannik Sinner. El italiano, número uno del mundo desde junio del año pasado, conquistó en Melbourne su tercer título de Grand Slam con una inobjetable victoria en tres sets ante Alexander Zverev y ratificó que hoy no tiene rival en el circuito ATP.
El 6-3, 7-6 (7-4) y 6-3 ante el alemán -que tras el partido no tuvo problemas en aceptar que su vencedor es “lejos, el mejor jugador del mundo”- transformó al nacido en San Candido en el primer italiano en ganar tres Majors (mejoró los dos que consiguió en su carrera Nicola Pietrangeli) y lo dejó en compañía de varias leyendas en algunas impresionantes estadísticas y récords del mundo de la raqueta.
Sinner es, por ejemplo, el primer jugador en defender con éxito su primer título “grande” desde Rafael Nadal, que inauguró su palmarés en esa categoría en Roland Garros 2005 y repitió el festejo en París en 2006.
Es también el octavo en ganar sus primeras tres finales de Grand Slams, ya que había celebrado el año pasado en las de Australia y el US Open. Los otros siete que ostentan ese logro son Jimmy Connors, Björn Borg, Stefan Edberg, Gustavo Kuerten, Roger Federer, Stan Wawrinka y Carlos Alcaraz.
Es que, aunque su reinado parece tener un futuro brillante, también tiene una nube negra que aparece para nublar la alegría tras cada enorme victoria, como la que consiguió en Melbourne: el caso de doping en el que estuvo involucrado el año pasado, que despertó enojo entre algunos de sus colegas por un supuesto trato diferenciado por parte de la ATP.
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