Inversores ven una oportunidad histórica en las empresas del Merval OPINIONPor Jorge Bertolino
Si bien no es posible predecir el comportamiento del precio de una acción, es factible determinar si es el apropiado, con referencia a un “valor justo”, que exprese el valor actual de las utilidades futuras, descontadas con el costo promedio del capital que enfrenta la compañía.
Este último es una métrica financiera que refleja el promedio ponderado de la remuneración a los acreedores y los accionistas. En los libros de finanzas se lo denomina WACC (weighted average cost of capital).
La gran máxima de Warren Buffet, que es algo así como “la Biblia” de los inversores de valor intrínseco o fundamentalistas, expresa que “precio es lo que pagas, valor es lo que obtienes”.
Se dice que toda valuación es subjetiva, porque quien la realiza, mide el valor actual de las utilidades futuras esperadas de la empresa a la que está valorando. En este marco, tanto la tasa de descuento como las ganancias proyectadas son expectativas del analista.
Según el manual de Valuación de Empresas de McKinsey & Company, existen tres clases de inversores: traders, indexadores y fundamentalistas.
Los primeros efectúan operaciones de corto plazo, buscando capturar pequeñas ganancias de estos movimientos, mientras que los segundos mantienen carteras copiando un índice de referencia. Ninguno de ellos tiene una influencia importante en el comportamiento de los precios. Son, en general, “aceptadores” de los mismos.
Solo los inversores “value” o fundamentalistas estiman el valor intrínseco de los papeles cotizantes y corrigen, con su actuación, los desequilibrios entre precio y valor.
Los autores citan una extensa lista de factores que suelen distorsionar, transitoriamente, hacia arriba o hacia abajo, los precios de las empresas cotizantes. Algunos de estos factores pertenecen a cuestiones relativas a los hechos o a las cifras que muestran los directivos de las compañías. Otros, en cambio, se originan en noticias procedentes del ambiente macroeconómico local o internacional. Ambas afectan solo transitoriamente el comportamiento de los precios.
En todos los casos, continúan los autores, y según extensas investigaciones realizadas ad-hoc por ellos, los precios siempre convergen al valor intrínseco, determinado por los inversores más informados del mercado, que realizan valuaciones de las empresas cotizantes de manera permanente y habitual.
Punto de giro
Luego de casi tres años de una marcada tendencia alcista, el índice Merval se encuentra en una sana corrección de toda la suba previa. Los expertos en Economía del Comportamiento, teniendo en cuenta factores de sicología social, argumentan que en el corto plazo el mercado se comporta de manera emocional, mientras que en el largo plazo lo hace de manera racional.
Así como los ciclos alcistas finalizan en momentos de euforia, las bajas terminan en momentos de pánico.
El comportamiento del mercado el lunes post escándalo cripto, en el epicentro de las versiones sobre juicio político al Presidente y/o desaparición del apoyo a su gobierno, es el típico de finales de ciclo. Los inversores más experimentados consideran que el agujazo bajista indica a las claras que ese movimiento, muy probablemente, produciría el agotamiento de la tendencia correctiva, que lleva un mes y medio de vigencia.
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