El pasado sábado 20 de julio, mientras en todo el país se celebraba el Día del Amigo, los residentes de La Majadita, en Valle Fértil, disfrutaron de una doble celebración con una nueva edición de la Fiesta del Chivo, un evento que atrae a un gran número de lugareños y turistas cada vez, y este año no fue la excepción. Con un día más que agradable, la fiesta presentó un nuevo terreno y escenario, lo que la hizo más que especial.
Junto al Centro Integrador Comunitario (CIC) de la localidad se encuentra el terreno Óscar Luis, en honor a un querido vecino que contribuyó mucho a la comunidad desde su posición. A partir de las 10 de la mañana, los primeros espectadores comenzaron a llegar, mientras la organización y especialmente los encargados de la parrilla trabajaban arduamente para que todo estuviera perfecto. Más de 50 mesas se dispusieron frente al gran escenario, y alrededor se ubicaron artesanos y emprendedores locales ofreciendo sus productos.
Poco antes del mediodía, comenzó la actividad con el descubrimiento de una placa con el nombre del terreno «Oscar Luis», en honor a un enfermero jubilado que dedicó años a cuidar la salud de la población de La Majadita. Óscar estuvo acompañado por el intendente de Valle Fértil, Mario Riveros, funcionarios municipales y miembros del Consejo Deliberante.
Luego, se procedió a la segunda parte del acto, con el descubrimiento de la placa del escenario Lindor Fernández, en homenaje a uno de los pioneros e impulsores de la Fiesta del Chivo. Tanto Óscar como Lindor compartieron con gran emoción la alegría de ser reconocidos y pusieron en valor el evento que lleva dos décadas en el calendario de fiestas sanjuaninas.
Finalizada la actividad protocolar, la fiesta comenzó oficialmente y poco a poco cobró vida. El sol brillante sobre un cielo despejado anticipaba lo que sería un día más que agradable, donde el frío no se hizo sentir hasta la tarde. Las academias departamentales fueron las primeras en presentarse en el escenario, mientras en la zona de la cantina se formaban filas para disfrutar de las delicias que se ofrecían.
Varios turistas que llegaron al lugar no dudaron en tomar fotos de la parrilla, donde se asaban más de veinte chivos. «Estamos aquí desde las 4 de la mañana, con el fuego y todo», comentó uno de los asadores que se había tomado un momento para alejarse del calor del fuego antes de volver a reponer las brasas.
Después de las presentaciones de las academias, llegó el turno de los números musicales, donde no faltó el folclore que invitó al público a bailar al pie del escenario, como en una peña. Aquellos que ya habían disfrutado del chivo asado, pasteles, chivo al vino o chanfaina hacían la digestión al ritmo de un gato o una chacarera.
Alegría, disfrute, amistad, camaradería y familia, todo en un mismo lugar, volvieron a reunir a La Majadita, epicentro de la producción de chivo en Valle Fértil, ofreciendo, una vez más, una fiesta más que exitosa.
Los comentarios están cerrados.