Independiente le ganó a Instituto y se trepa a la punta por la magia de Cabral y los goles de Angulo y Mancuello

Independiente ganó y construye su presente soñado. Fue 2 a 0 y jugó para hacer una diferencia mayor. Tras un primer tiempo bastante pobre, abrió el partido en el segundo con un golazo del colombiano Álvaro Angulo y logró ampliar la diferencia de penal con Federico Mancuello. El VAR le anuló bien a Instituto el tanto que hubiese permitido el empate transitorio y también el tercero a Santiago Hidalgo, con un trazado de líneas para marcar el fuera de juego algo confuso.

Pero nada tan importante como el gol que abrió la cuenta en Avellaneda, que fue un golazo. La jugada transcurría por izquierda, en los pies de Felipe Loyola que abrió a la otra punta para Angulo, que dominó y tocó al costado para Diego Tarzia y picó en dirección al área. El delantero tocó para Luciano Cabral que la dejó pasar entre las piernas para que el colombiano, que corría a sus espaldas, la recibiera. Tras dos metros con la pelota dominada le rompió el arco a Manuel Roffo.

Antes de eso, Instituto se había perdido uno casi bajo del arco y de las tribunas había bajado un exagerado uhhh para dos tiros de Tarzia: uno pasó cerca y al otro lo devolvió el palo. Pocas situaciones y un primer tiempo que tuvo más tarjetas amarillas y calor sofocante que fútbol.

Aunque Independiente hilvanaba las mejores jugadas, La Gloria hacía lo suyo. Pero en el segundo tiempo, ese golazo le abrió la puerta a otro partido. La tarde estaba más fresca y hubo más fútbol. Incluso Instituto estuvo cerca del empate, gritó su gol pero el VAR se lo anuló sin lugar para las polémicas.

Con ventaja en el marcador e indemne por la posición adelantada de Nicolás Cordero que lo privó del empate al equipo cordobés, el Rojo se agrandó y consiguió ampliar la ventaja.

Fue tras un penal de Francis Mac Allister sobre Loyola que Mancuello capitalizó. Mancu se encargó del tiro y puso el 2 a 0 con un zurdazo cruzado al palo derecho, el mismo que eligió el arquero Roffo, aunque no pudo evitar el tanto.

Algo desorientado, Instituto perdió terreno e Independiente lo aprovechó. Metió el tercero, pero como antes a Instituto, desde Ezeiza llamaron al árbitro Yael Falcón Pérez para que repasara la jugada. Otra vez fuera de juego. Una lástima, porque Santiago Hidalgo había definido muy bien para lograr un 3 a 0 que no fue. El trazado que mostró la televisión, no ofrece claridad para determinar si efectivamente estaba viciado de nulidad.

Hidalgo protagonizó otra acción que desnudó la impotencia del rival y la tontera de algunos futbolistas. Porque cuando el partido se iba, Independiente recuperó una pelota en la salida del equipo cordobés y el chico de 20 años quedó solo frente al arco y Roffo salió desesperado a achicar el ángulo de tiro.

El delantero intentó ponerla por encima del arquero sin suerte. Eso, enojó al cuidapalos y a Fernando Alarcón, que se había mandado la macana que casi le dio a Independiente el tercero. Se le fueron al humo al delantero y hasta lo agredieron mientras Falcón Pérez separaba y luego repartía más amarillas.

Sin tiempo para más, el 2 a 0 quedó inmaculado. El Rojo hizo lo que tenía que hacer -ganar- para recuperar la punta y esperar que el resto de los resultados de la fecha no atenten contra su liderazgo. Deberá esperar el resto de los partidos, pero en su vigilia estará primero en la Zona B y con un envión que lo pinta como protagonista.

Instituto sumó su segunda derrota consecutiva tras la caída de la fecha anterior ante San Lorenzo y aunque terminó la tarde en zona de clasificación a los octavos de final, deberá recuperar terreno la semana próxima, seguramente desde algunos peldaños más abajo en las posiciones.

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