Huracán se hizo fuerte en el Cilindro y le ganó al Racing de Costas, que sigue con resaca en el Apertura y sumó su cuarta derrota consecutiva
De mostrar con orgullo la Recopa a una derrota que desnuda todas las limitaciones de un equipo que se luce en la arena nacional, pero no da la talla fronteras adentro. Racing volvió a perder y ya son cuatro caídas en cadena. Entonces, llega el mensaje de la tribuna. “El domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, exigen las gargantas celestes y blancas. Se viene el clásico de Avellaneda en la cancha de Independiente, justo cuando mejor juega el vecino.
Sin embargo, y más allá del nivel que ostenta el rival de siempre y se ve reflejado en la tabla de posiciones, el problema que tiene Racing es su propia identidad. Es cierto que tiene media docena de titulares lesionados: Santiago Sosa, que ayer estuvo en el banco y no entró; Bruno Zuculini, operado de un síndrome meniscal en la rodilla izquierda; Gabriel Rojas, Agustín García Basso, Luciano Vietto y Maravilla Martínez, su goleador ni más ni menos. También, que los suplentes no están a la altura. No obstante, hay un funcionamiento colectivo muy pobre.
Huracán, en cambio, es un conjunto muy bien trabajado. No es casual que haya ganado su cuarto partido consecutivo con la valla invicta, entre ellos el duelo del barrio ante San Lorenzo. Ordenado, con dos volantes centrales que complementan experiencia y juventud, más un “10” que no juega de enganche pero le queda pintada la camiseta, logró un triunfo en el Cilindro después de 16 años. Walter Mazzantti, una vez más, volvió a ser determinante.
Racing impuso condiciones de entrada con su intensidad habitual, con los laterales lanzados y la pelota larga. Sin embargo, la jugada más peligrosa fue un saque de costado que Nacho Rodríguez hizo rápido y derivó en un zurdazo de Maximiliano Salas apenas alto. Después, un tiro libre de Agustín Almendra que pasó muy cerca. Todo en esos primeros diez minutos. Hasta que Huracán se acomodó y empezó a controlar el juego.
A Huracán le alcanzó con hacerla circular con criterio a través de sus mediocampistas. A bordo ese 4-2-3-1 que ya es una marca registrada de Frank Kudulka, el equipo de Parque Patricios tuvo buena salida en los pies de Leonel Pérez (20 años) y Leonardo Gil (33) y fue peligroso con Matko Miljevic y Mazzantti, siempre encaradores.
Y el gol llegó a través de una jugada del “10”, una indecisión de Santiago Quirós, un centro de Tomás Guidara que Gabriel Alanis le ganó a Facundo Conti en el cielo del área y una definición de Eric Ramírez, quien punteó la pelota ante el flojo cierre de Nazareno Colombo y una mala cobertura de Gabriel Arias. Se reclamó una posición adelantada fina, pero el VAR convalidó la acción.
Colapsó la defensa celeste y blanca y Racing lo pagó en su propio arco. Y aunque intentó buscar el empate, nunca quedó de frente a la red de Hernán Galíndez. La merodeó, es cierto, pero con muy poca lucidez. Hubo un remate de Adrián Balboa al primer palo que pegó contra la malla externa. También, algunos centros que favorecieron especialmente a Fabio Pereyra, sólido de arriba y de abajo.
Racing empujó, pero no fluyó. No hubo triangulaciones, tampoco juego asociado. Apenas alguna pincelada de Almendra, el único creativo. Matías Zaracho no pudo conectar, muy a pesar de moverse en el rol de enlace, con más libertades que sus compañeros.
En el segundo tiempo, Gustavo Costas desarmó la línea de tres con la salida de Germán Conti y el ingreso de Adrián Fernández, un creativo para engranar algún circuito con Almendra. Sin embargo, prevaleció el vértigo encarnado en las proyecciones de Martirena y, sobre todo, en el corazón de Salas.
Lo pudo empatar Racing, pero Balboa falló increíblemente abajo del arco. Lo pudo ganar por una diferencia más holgada Huracán, pero el gol de Luis Sequeira fue bien anulado por el VAR porque Mazzantti mandó un centro con la pelota fuera de la cancha. Postales de un partido que expuso las realidades de uno y otro. Que dejó al Globo bien posicionado en la clasificación y a la Academia hundida, fuera de los octavos de final y preocupado de cara al choque que sus hinchas quieren ganar o ganar.
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