Guillermo Francos reconoció que «no hay plan b», luego del rechazo de la Corte Suprema
Luego de que la Corte Suprema rechazara la licencia de Ariel Lijo y continúe vacante un lugar en el tribunal, desde el Gobierno aseguraron este sábado que «no hay plan b» tal como lo había adelantado Clarín.
La decisión mayoritaria de la Corte de rechazar la licencia extraordinaria de Lijo para que pueda jurar en el alto tribunal tuvo un fuerte impacto en la Casa Rosada, en donde en medio de un clima de hermetismo y desconcierto reafirmaron que Javier Milei no iba a retirar el pliego.
En el Gobierno reconocieron cierta sorpresa por la votación y sostenían que existía jurisprudencia probada para que el juez federal asumiera en la Corte sin tener que renunciar a sus funciones en los tribunales de Comodoro Py. Con la información de que Lijo no dejará sus cargos, el Gobierno redobla la apuesta y sostiene el pliego del magistrado en el Senado. Fuentes del círculo íntimo del Presidente le dijeron a Clarín que este revés no impedirá que La Libertad Avanza consiga los dos tercios necesarios para aprobar su candidatura, en el marco de una sesión especial que podría ocurrir a mediados de marzo.
«El Ejecutivo hizo lo que tenía que hacer y no puede hacer más. Ahora está fuera de nuestra decisión, es un tema entre el juez y el Senado«, sentenció este sábado Francos.
Al ser consultado en AM 750 sobre si desde el Gobierno barajaban un plan b en el caso de recibir un revés de la Cámara alta, respondió tajante: «No. Plan b es… el Gobierno lo designó por decreto. Si la Corte no le toma juramento por el tema de su cargo en licencia, es una decisión de la Corte. Ahí el Gobierno no puede hacer nada».
«No es que queda en un limbo. El caso de Lijo es particular porque tiene el dictamen de la comisión y todavía no fue votado en el recinto. Bueno, ¿pueden votarlo en el recinto, no?», retrucó.
«Si el Senado no termina de dar el acuerdo, el magistrado sigue en funciones hasta el 30 de noviembre y es legítimo. Sigue con la designación por decreto por parte del Presidente. Hasta el 30, ambos jueces están uno ya en su cargo (por Manuel García-Mansilla) y el otro puede estarlo en función de esto», cerró.
El Gobierno abre la grieta en el Senado
La controversia generada por el decreto de Milei que designó en comisión a Lijo y García-Mansilla profundizó las tensiones internas en el bloque de senadores de la Unión Cívica Radical (UCR), donde un sector presionado por el Gobierno busca frenar el intento de convocar a una sesión en la Cámara alta para voltear los pliegos de los dos designados por el Presidente.
Fuentes legislativas revelaron a Clarín que el jefe de la bancada radical, Eduardo Vischi, mantiene pisado el plan de un sector que se resiste a la designación por decreto de los jueces del máximo tribunal y defiende le necesidad de buscar el acuerdo del Congreso. Pero lo cierto es que el senador por Corrientes responde al gobernador Gustavo Valdés, quien mantiene una relación estrecha con la Casa Rosada.
La crisis que enfrenta el radicalismo quedó expuesta en la última sesión del período extraordinario cuando parte del bloque comandado por Vischi votó en contra de un proyecto impulsado por el fueguino Pablo Blanco que promovía la creación de una comisión investigadora sobre el caso $Libra, donde se investiga una presunta estafa que salpica al Presidente.
Justamente Blanco también había anunciado su intención de convocar a una sesión en el Senado para rechazar los pliegos, luego de que Milei firmara el decreto. Sin embargo, las negociaciones no avanzaron tras la apertura del período de sesiones ordinarias y las presiones crecieron en el ámbito de la UCR.
“Voltear los dos pliegos”: la orden que bajó Cristina a los senadores del PJ
Cristina Kirchner no se movió de su silencio ante la designación de ambos postulantes por decreto, pero instruyó a los senadores para avanzar hacia una sesión en la que se discutan ambas nominaciones. “Vamos a voltear los dos pliegos”, adelantó esta semana un referente de la bancada conducida por José Mayans y Juliana Di Tullio.
El peronismo buscó abrir una negociación con el Gobierno, que incluyera la postulación para la Corte de una candidata mujer afín al espacio y otros lugares clave como el Procurador, aunque la propuesta no prosperó y con la asunción de García-Mansilla en comisión el bloque decidió apurar los tiempos.
Para concretar el rechazo de ambos pliegos, además de reunir las firmas para el dictamen de García-Mansilla, Unión por la Patria necesitará juntar 37 senadores para abrir la sesión y luego 25 voluntades en contra -de esa manera se asegurará que ninguno de los dos tendrá el apoyo de los dos tercios-, más allá de que para que la votación se concrete también tendrá que haber en ese momento al menos 37 legisladores en sus bancas para evitar que el debate se caiga por falta de quórum.
Las diferencias internas en el bloque de senadores peronistas generaron dudas sobre la posibilidad de conseguir esos números, aunque los nombramientos en comisión achicaron las posiciones encontradas. Antes del decreto de Milei, un sector estaba decidido a avalar el pliego de Lijo (tres senadores de UxP firmaron su dictamen) y algunos incluso iban a hacerlo con el de García-Mansilla. En el caso del juez federal habían transmitido que tendría 14 votos a favor.
Más allá de que Victoria Villarruel podrá demorar la convocatoria a la sesión, con el propósito de ganar tiempo, y del margen de maniobra del Gobierno para negociar y torcer voluntades como sucedió con la fallida creación de la comisión investigadora por la estafa de $LIBRA, por el momento en el peronismo descuentan que los pliegos no tendrán los apoyos para ser aprobados.
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