Foster Gillett Jr. y la trama detrás de sus negocios en el fútbol argentino: por qué ya gastó más de 50 millones de dólares en jugadores y cuál es su próximo objetivo
Cuando Foster Gillett Jr. llegó a Buenos Aires, en agosto del año pasado, pocos creyeron que a esta altura sería uno de los principales protagonistas del mercado de pases nacional. Nacido en Colorado, y con un emporio heredado de su padre, el medio lo miró con algo de desdén y mucha desconfianza. Pero lejos de tratarse de un bon vivant, en un puñado de meses se corporizó en el empresario más fuerte fútbol argentino. Entonces, dirigentes, periodistas e hinchas empezaron a preguntarse, ¿cuál es el negocio de este magnate de 47 años?
A principio de año, hizo ruido pagando la cláusula de rescisión de Cristian Medina en 15 millones de dólares. El jugador estaba colgado en Boca, enojado porque Juan Román Riquelme no había llegado a un acuerdo con Fenerbahce. La semana pasada, compró en 4 millones de dólares un porcentaje del pase de Facundo Farías, compañero de Lionel Messi en el Inter Miami. También invirtió 8.500.000 dólares en el 90% de la ficha de Valetín Gómez, quien cerá cedido a Udinese. Este martes, además, el norteamericano adquirió la ficha de Rodrigo Villagra, volante de River, en 11.500.000 dólares. Ahora, negocia por Hernán López Muñoz, actualmente en San José Earthquackes, por quien está dispuesto a desembolsar 7 millones de dólares, y por Luciano Acosta, quien dejaría Cincinatti FC en las próximas horas a cambio de 8 millones.
En total, si se terminan de pulir los detalles de las operaciones pendientes, a fines de enero habrá pagado más de 50 millones de dólares por futbolistas argentinos. Medina, Farías y Acosta jugarán en Estudiantes, más allá de que todavía resta la Asamblea de socios que recién se llevará a cabo en marzo para aprobar el mega acuerdo con Gillett Jr.
Juan Sebastián Verón, con una mirada más moderna que la vieja escuela de los dirigentes, entendió que el camino no es cerrarle las puertas a los capitalistas en post del romanticismo social. Si bien se declaró en contra de las Sociedades Anónimas Deportivas, sabe que necesita brotes verdes para pegar el salto. No obstante, y más allá de los futbolistas que acercó, le adelantó un préstamo de 10 millones de dólares al club platense. Con ese dinero, la Bruja está intentando cerrar la llegada de Bruno Zapelli, ex Belgrano, desde Atlético Paranaense.
Ahora bien, como en Argentina hay un refrán que reza que cuando “la limosna es grande, hasta el santo desconfía”, para muchos resulta curioso que Gillett Jr., que tiene un patrimonio personal que oscila entre los 1.500 y los 2 mil millones de dólares, haya puesto sus ojos en el fútbol de estas tierras. ¿Por qué arriesga su capital? ¿Cuál es el beneficio en el corto, mediano y largo plazo?
“Foster quiere ser el Mascardi del nuevo milenio”, le dijo Guillermo Tofoni a Clarín. El empresario argentino que es apoderado de Gillett Jr., tomó como referencia al popular licenciado en Ciencias Económicas que quiso ser delantero de Ferro, pero terminó corporizándose en el rey del fútbol argentino en la década del ’90 y comienzo de los 2000. Entre sus filas llegó a tener a Juan Pablo Angel, Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto, Sergio Berti, Iván Córdoba y Roberto Ayala, por citar algunos casos.
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