Faustino Oro, un rockstar suelto en Punta del Este: simultáneas con pibes y un Magistral para buscar la norma de gran maestro de ajedrez


Una charla abierta en un club. Unas partidas simultáneas contra pibes de su edad, pero que no son como él porque genios hay pocos en esta vida. Un Magistral con cuatro grandes maestros y un maestro internacional como él. Un torneo de partidas a ritmo rápido. Otro a ritmo blitz. Todo en 12 días. Pavada de rockstar es Faustino Oro para haber cruzado el Atlántico y protagonizar esta gira mágica y misteriosa en la hermosa costa uruguaya. Bienvenidos y bienvenidas a la vida del prodigio del ajedrez mundial.

Quince kilómetros al oeste de Punta del Este, Punta Ballena enamora con sus vistas y con los atardeceres que encandilaron a Carlos Páez Vilaró en su atelier que luego fue residencia y hoy es museo y alojamiento para turistas: Casapueblo, esa construcción inconfundible. Del otro lado de la costera ruta 10 espera la Laguna del Sauce, que le da nombre al aeropuerto internacional de Punta del Este. Y al lado de sus aguas se yergue el Hotel del Lago, un cinco estrellas que albergará a esa ídem llamada Faustino Oro.

Eduardo Marques Iraola es un prestigioso abogado uruguayo, especialista en causas de Derechos Humanos, que reside en Buenos Aires y es aficionado al ajedrez. En plena Olimpíada de Budapest, mientras el gran maestro Andrés Rodríguez jugaba el año pasado en el segundo tablero de Uruguay, le escribió a su ex profesor y le propuso armar un Festival con proyección a futuro. Manos a la obra, entonces.

Rodríguez convocó a Sandro Mareco (ELO 2591) y a Diego Flores (2551), dos de los más fuertes grandes maestros de la historia argentina; a su par español José Fernando Cuenca Jiménez (2479) –Pepe Cuenca, bah-, el streamer de habla hispana por excelencia del ajedrez; y a dos jóvenes MI prometedores: el mexicano Sion Galaviz Medina (2501), flamante quinto en el Mundial Sub 20 de Montenegro, y Fausti Oro (2427).

“Me hubiera encantado hacerlo con más jugadores, pero por presupuesto seremos seis y competiremos a doble vuelta. Muchos son amigos y aceptaron con muy buena predisposición. La ilusión es poder mantener este Festival, porque será el segundo Magistral de la historia uruguaya que otorga norma de gran maestro”, le comenta a Clarín el sexto elemento del torneo: el experimentado Rodríguez (2429).

Faustino siempre dio la sensación de estar tocado con la varita mágica. Es algo difícil de explicar, como sucede en la pintura o en la música: hay ciertas personas que tienen dones. ¿Por qué una persona agarra un lápiz y dibuja algo maravilloso, cuando a otros no nos sale ni un perro? Bueno, nosotros que trabajamos con muchos chicos, entrenando talentos durante años en el ajedrez, tenemos la sensación de que Fausti es especial. Pero como el talento o la luz mágica son importantes pero no alcanzan por sí solas, lo apoyamos en este proyecto”, argumenta Rodríguez sobre el porqué de la invitación al niño a semejante desafío.

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