“Estudiar”, la respuesta a la distópica ilustración oscura

«La actividad más alta que un ser humano puede alcanzar es aprender para entender…el entendimiento es ser libre» (Baruch Spinoza)

Sin dudas Emmanuel Kant nos iluminó sobre la importancia de la ilustración, y la necesidad de estudiar y aprender con decisión y coraje, abandonando la ignorancia propia de la inmadurez humana:

“La ilustración es el hombre abandonando su auto causada inmadurez… Esta inmadurez es auto causada si es que no es causada por la falta de inteligencia, sino por la falta de decisión y coraje de usar la propia inteligencia sin la guía de otro.”

Sin embargo, no cabe duda que los distópicos iluminados y más aún, los seguidores de la ilustración oscura (NRx), definitivamente nunca necesitaron ni estudiar ni aprender nada.

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Es obvio que, al ser animalitos iluminados por fuerzas superiores (a diferencia de nosotros, el común de los mortales) no requirieron de ningún esfuerzo para saber, conocer y repetir las “verdades últimas” acerca de todo, tal como les fueran reveladas en cifrados mensajes dirigidos exclusivamente a ellos.

NRx se opone a las ideas liberales progresistas tendientes a sostener libertades y lograr igualdad de derechos para mujeres, minorías raciales, culturales o religiosas, seguridad para ancianos y desempleados; mejor acceso a la educación y la salud, y menor criminalidad»

¿Cuántos personajes famosos de la historia y la actualidad encajan en esta descripción? Diríamos que conocidos y registrados …miles y miles de personas. Nunca fueron de una sola religión o ideología, los hubo (y hay) entre la inquisición, los cruzados, las huestes mongoles y luego musulmanas, los llamados marxistas en dictaduras del “proletariado”, los nazis y fascistas, los ayatolas y terroristas de Isis, Hamas, Hezbollah, Boko Haram, y otras “iluminaciones” similares.

Ilustración oscura

En una anterior columna nos referimos a la distopía, tal como fuera genialmente explicada por el filósofo liberal John Stuart Mill. Fue literariamente descripta por muchos autores del siglo XX, pero trágicamente encarnada en seres humanos atrapados y enjaulados en decenas de dictaduras, que han poblado y aun pueblan este mundo.

Esta nueva ilustración oscura es otro fatídico y tétrico movimiento neo-reaccionario (abreviado NRx por sus cultores), que se opone a las ideas liberales progresistas tendientes a sostener libertades y lograr igualdad de derechos para mujeres y minorías raciales, culturales o religiosas, mayor seguridad para ancianos y desempleados; mejor acceso a la educación y la atención de salud, menores tasas de criminalidad, etc. (cosas todas que en su mayoría la humanidad no ha logrado).

Disrupción o distopía ¿qué prevalecerá?

También es cierto que expresiones woke disfrazadas de neo-izquierdas “progre” defendieron cosas indefendibles, tales como el apoyo a dictaduras religiosas y terroristas, protegiendo países sin democracia como sistema de gobierno, algunos que aplican lo opuesto a los derechos de mujeres, niñas o minorías que suponen defender, y otros con una sexualización exacerbada y “hormonizada” de menores de edad y con tráfico de mujeres y niños, etc.

Desde luego todo esto sirve de “justificada excusa”, para que los NRx se expresen libremente adscribiendo según diferentes variantes a personajes tales como: Thomas Carlyle, Julius Evola, Hans-Hermann Hoppe, Curtis Yarvin, Nick Land, Michael Anissimov, y Bryce Laliberte. ¿Lo de Steve Bannon levantando el brazo a lo nazi en la CPAC, será casualidad o es intencional? Quién sabe qué tendrá en mente este tan dudoso personaje.

‘Un hombre, sin el uso legítimo de las potencias intelectuales de tal, es más despreciable, si cabe que un cobarde: es mutilado y deforme en una parte todavía más esencial del carácter’ (Adam Smith)»

En conjunto todos constituyen una renovada expresión de extremismo, esencialmente antidemocrático y reaccionario, que se identifica a sí mismo como la antítesis de la Ilustración.

Frente a estas siniestras caracterizaciones disfrazadas tanto de izquierdas o derechas ¿dónde queda el genial Adam Smith impulsando la aplicación de la inteligencia?:

“Un hombre, sin el uso legítimo de las potencias intelectuales de tal, es más despreciable, si cabe que un cobarde: es mutilado y deforme en una parte todavía más esencial del carácter de la naturaleza humana».

¿De qué hablamos cuando hablamos del derecho a la educación?

La respuesta natural es en ningún lado, de continuar oscilando pendularmente con estos extremismos con diferentes ropajes, o tolerando fanatismos religiosos o asesinos, no es dable pensar o impulsar ningún mayor progreso humano, quedando por discernir si se podrán salvaguardar a nivel global, alguno de los escasos logros evidentes hasta este punto (mayor acceso a educación, circulación y acceso a la información, etc).

Intolerancia con los intolerantes

No podemos dudar que todos los tipos de extremismos son simplemente intolerantes y, según nos referimos en anteriores columnas, una sociedad libre no puede ni debe jamás tolerarlos.

El filósofo y epistemólogo Karl Popper en La sociedad abierta y sus enemigos (1945), sostuvo que una sociedad que tolere ideas intolerantes, sucumbirá a las fuerzas de los intolerantes. Esto es inherentemente peligroso por lo que, para sostener una sociedad tolerante, la misma sociedad deberá ser intolerante con la intolerancia.

John Stuart Mill planteó en On Liberty (1859) cómo una sociedad libre debería tratar a sus ciudadanos, poniendo de relieve el conflicto entre libertad y autoridad, la importancia de la individualidad, los límites de la autoridad estatal y la aplicación práctica del principio de daño.

Oponerse a la ilustración es devolver a la humanidad al trágico oscurantismo, por ello como John Rawls (1971) ha postulado: el principio de total tolerancia debe ser reemplazado por el derecho a la autoconservación de la sociedad.

Aunque muchas corrientes religiosas o políticas hayan propugnado y aún continúan propugnando la oscuridad (ya sea abierta o veladamente), frente a la encrucijada de la “paradoja de la tolerancia” nuestro derecho a la libertad y autoconservación deberá siempre prevalecer.

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