ROMA.- Por cuarto domingo consecutivo el papa Francisco, internado desde hace 24 días con neumonía bilateral y pronóstico reservado, no apareció físicamente hoy para la tradicional oración mariana del Angelus.
Aun sin posibilidad de leer largos textos, como se pudo deducir del breve audio enviado el jueves pasado para agradecer a quienes rezan por él -cuando ostentó gran fragilidad, una voz entrecortada, débil, sufrida-, Francisco, de 88 años, se hizo de todos modos presente a través de un texto escrito. Allí mencionó su “prolongada hospitalización” en la que experimenta la “ternura del cuidado”, volvió a agradecer a todos los que allí lo asisten y, al celebrarse este domingo el Jubileo del mundo del Voluntariado, destacó el espíritu de solidaridad y servicio de los miles de voluntarios que hay en el mundo y la “necesidad del milagro de la ternura”.
Como hizo saber la Sala de Prensa del Vaticano, después de pasar una noche “tranquila”, el Papa esta mañana continuó con sus terapias, entre las cuales la fisioterapia respiratoria y motoria. Sigue también con la alternancia de ventilación mecánica no invasiva por la noche -es decir, la máscara que cubre nariz y boca y significa una asistencia superior en la respiración- y de oxigenación de altos flujos a través de cánulas nasales durante el día.
Como había ocurrido el domingo pasado, recibió la visita del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, su número dos y del arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, el sustituto y número tres que, “entre otras cosas, lo pusieron al día en cuanto a algunas situaciones en la Iglesia y en el mundo”.
Esta noche no debería ser difundido el boletín médico, “vista la estabilidad del cuadro clínico”, también hicieron saber, pero la Sala de Prensa de la Santa Sede dará información a los periodistas, como ocurrió el viernes pasado, cuando por primera vez se salteó esa cita.
Ayer por primera vez el parte médico fue muy positivo: consignó “una buena respuesta a la terapia” del Papa e indicó que las condiciones clínicas en los últimos días no sólo se mantuvieron “estables”. Además, negro sobre blanco subrayó que se registraba “una gradual y leve mejora”, aludiendo al hecho de que nunca más tuvo crisis respiratorias (la última, doble, tuvo lugar el lunes pasado). “Con el fin de registrar también en los próximos días estas iniciales mejoras, prudencialmente” los médicos advirtieron que mantenían “un pronóstico aún reservado”.
“Hay que tener paciencia, los médicos esperan tener más elementos para cambiar de pronóstico”, explicó una fuente vaticana, que confió que el Papa, que evidentemente va lentamente mejorando, sigue de buen humor.
“En mi prolongada hospitalización, también yo experimento el esmero en el servicio y la ternura en el cuidado, especialmente por parte de los médicos y de los operadores sanitarios, a quienes doy las gracias de corazón”, escribió Francisco desde el hospital, en un nuevo mensaje para la oración dominical del Angelus. Allí antes mencionó la multitudinaria misa que se celebró en la Plaza San Pedro ante miles de personas de todo el mundo que llegaron a Roma para el Jubileo del voluntariado. Como se había adelantado, el cardenal checo-canadiense Michale Czerny reemplazó al Papa en esta celebración y leyó un sermón previamente preparado por él.
“Y mientras estoy aquí, pienso en las muchas personas que, de diversos modos, están cerca de los enfermos y son para ellos un signo de la presencia del Señor. Tenemos necesidad de esto, del ‘milagro de la ternura’ que acompaña a quien está pasando un momento difícil, y lleva un poco de luz en la noche del dolor”, añadió Francisco. “Quisiera dar las gracias a cuantos me están mostrando su cercanía con la oración: ¡Gracias de corazón a todos! Yo también rezo por vosotros”, aseguró.
En el texto escrito, difundido por el Vaticano, al margen de recordar el inicio de la Cuaresma y de los ejercicios espirituales de la curia romana, como todos los domingos, volvió a lanzar un llamado a la paz.
“Sigamos invocando juntos el don de la paz, especialmente en la martirizada Ucrania, en Palestina, Israel, el Líbano, Myanmar, Sudán y en la República Democrática del Congo”, escribió.
En un fiel reflejo que sigue atentamente informado, expresó su preocupación por la violencia que ha resurgido en algunas zonas de Siria. “Espero que cese definitivamente, en el pleno respeto de todos los componentes étnicos y religiosos de la sociedad, especialmente de los civiles”, exhortó. Como el domingo pasado, volvió a despedirse de todos con un “¡Feliz domingo y arrivederci!”.
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