En esta etapa del torneo, los lamentos ya no sirven. Y cuando las cosas no salen, todo se complica. En el cierre de la vigesimoquinta fecha de la Liga Profesional, Atlético Tucumán dejó escapar otra oportunidad para sumar y aspirar a soñar con meterse en una copa internacional (ahora ya sin chances). Y pese a dominar gran parte del encuentro, el conjunto de Facundo Sava no logró romper el empate sin goles ante Newell’s, que estrenó entrenador, y el resultado dejó un sabor agridulce para el Decano, que volvió a padecer su recurrente problema de definición.
El equipo tucumano salió con ímpetu en los primeros minutos. Desde el arranque mostró agresividad, alta presión y varias aproximaciones que ilusionaron a los hinchas. Renzo Tesuri fue la figura más destacada en el ataque tucumano durante la primera mitad, generando peligro con su movilidad y precisión. La más clara llegó desde sus pies: un centro medido que encontró la cabeza de un delantero, pero la pelota se negó a cruzar la línea de gol.
Sin embargo, ese arranque prometedor no se tradujo en el marcador. La falta de contundencia en los metros finales volvió a ser una constante. A medida que transcurrían los minutos, el dominio del Decano se fue desdibujando y el nerviosismo comenzó a pesar. La ausencia de un goleador que marque la diferencia en momentos clave quedó evidenciada, y con ella, una deuda que Atlético no supo saldar en sus últimas presentaciones.
Del otro lado, el estreno de Mariano Soso como entrenador de Newell’s ofreció un planteo táctico que sorprendió, aunque no logró plasmarse en un juego efectivo. Con una línea de tres centrales conformada por Saúl Salcedo, Gustavo Velázquez y Leonel Vangioni, más dos laterales volantes —Armando Méndez y Tomás Jacob—, buscó solidez defensiva y proyección por las bandas. Sin embargo, la Lepra no encontró fluidez ofensiva ni profundidad.
En el mediocampo, Ever Banega intentó conducir las acciones, pero estuvo aislado. Matko Miljevic, quien debía complementarlo, tuvo poca participación, y la falta de ideas en la generación de juego dejó a los delanteros desconectados. A pesar de las limitaciones, la defensa respondió con solvencia, y el debutante arquero Josué Reinatti fue uno de los más destacados, mostrando seguridad en las pocas intervenciones que tuvo que realizar. El 0 a 0 era justo.
El paso de los minutos trajo consigo un partido cada vez más friccionado. Las imprecisiones y las interrupciones en el juego restaron fluidez a un encuentro que, a pesar de los intentos de ambos entrenadores por modificar el rumbo con cambios estratégicos, no logró cambiar su destino. Mariano Soso y Facundo Sava apostaron por alternativas desde el banco, pero ni la frescura ni las ideas renovadas fueron suficientes para abrir el marcador.
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