el Sumo Pontífice superó la última crisis respiratoria y «descansó bien toda la noche»
El papa Francisco superó la crisis bronquial del viernes que causó preocupación y, según los médicos que lo atienden en el hospital Gemelli, pasó una noche tranquila. No ha requerido más la ventilación mecánica y no hay señales de una nueva infección.
El Papa sigue recibiendo oxígeno suplementario de alto flujo a través de un tubo nasal.
La crisis que sufrió el viernes hizo temer una nueva infección pulmonar porque el Papa inhaló algo de vómito que los médicos le aspiraron, pero no hay señales de que esto haya provocado alguna infección.
La estabilidad se prolongó al domingo cuando el Papa recibió al secretario de Estado o “primer ministro”, el cardenal italiano Pietro Parolin y su segundo, el arzobispo Edgar Peña Parra.
El encuentro para hablar de temas del funcionamiento vaticano sirvió también para mostrar el mejoramiento del pontífice argentino. Ambos han sido recibidos dos veces anteriores por Francisco.
El Papa no pronunció ayer, por tercera vez consecutiva, el Angelus de los domingos. Envió un texto escrito. En el mensaje, en el que reiteró su condena de la guerra que sufren numerosos países, el Papa aseguró sentir en su corazón “la bendición que se esconde dentro de la fragilidad”.
El Papa agradeció a los fieles que rezan por su salud. “Siento vuestro afecto y vuestra cercanía. Me siento como “llevado” y sostenido por todo el Pueblo de Dios”, remarcó.
Los médicos señalaron los progresos del paciente pero no cambiaron el pronóstico reservado que mantuvieron desde que el Papa fue internado el 14 de febrero. Esta reserva significa que no está claro aún que el ilustre paciente haya superado el riesgo de una nueva infección.
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