el REPO Alais al final llegó y antes de Semana Santa, ¿cuál será la próxima parada del riesgo país?


Bautizado en el mercado como el recordado General Ernesto Alais en la célebre marcha de Semana Santa del ’87, finalmente llegó tras más de un año el tan anunciado REPO con bancos internacionales, por u$s1.000 millones. Todos entendieron que la operación buscaba seguir comprimiendo el riesgo país y volver a acceder a los mercados internacionales de crédito para refinanciar los vencimientos de dólares. En las primeras horas con la escaza información oficial disponible, el mercado quería saber la “buena” predisposición de estos bancos para con el equipo económico del “Toto”. Luego cuando empezaron a trascender estimaciones y cálculos sobre los Bopreales serie 1D vinculados con la garantía del REPO a los 5 bancos quedó clara la “buena” predisposición: pidieron más de 1,6 dólar por cada dólar cash entregado. ¿Qué dijeron en las mesas?, que un Repo de 1.000 palos al 9%, con reservas netas negativas, pérdida de reservas por el dólar blend, etc., parecía un monto bajo para amortiguar los pagos a bonistas, e hizo ruido el momento del anuncio, pero amén del trivial monto, la lectura fue que se ve que querían tener la foto, y la clave es que ya juntaron los dólares para los pagos de los próximos vencimientos, y los depósitos del blanqueo. Entonces, este año lo importante pasa por la baja del riesgo país y la reapertura del crédito público.

Desde una de las consultoras más escuchadas, advirtieron que con el dólar atrasándose, se revertiría el superávit de la cuenta corriente devengada y, de sostenerse el blend, las necesidades de dólares de la economía en su conjunto equivalen a otro blanqueo. Por ende, la sostenibilidad del esquema depende de la apertura al crédito apuntalada en la consolidación fiscal mientras los stocks no mejoran. Encima, las reservas netas son negativas, hay una concentración de los vencimientos de la deuda en pesos y un stock de deuda en dólares alto. Por lo pronto, el desembolso del Tesoro de unos u$s4.700 millones a bonistas privados por amortizaciones e intereses, plantea que, en función de que se estima que más de un tercio está en manos de inversores locales, el pago implicará una importante inyección de liquidez en el mercado.

Un conocido gestor regional con décadas en Wall Street dedicado a los emergentes, pasó factura de sus apuestas argentinas señalando a clientes, luego que el Secretario de Finanzas confirmara el pago a bonistas, que un año atrás los mercados internacionales adjudicaban una probabilidad superior al 92% de que estos pagos de deuda no se iban a dar. Ahora bien, tanto las huestes que aún permanecen en Punta del Este como parte de las tribus que volvieron tras los festejos de fin de año, tienen el foco en dónde reinvertir estos cupones. Allí, si bien hay para todos los gustos, hay cierto consenso de que esta oportunidad de reinversión los inversores debe contemplar mantener exposición en bonos soberanos largos como en los Globales GD35 y GD38 quienes busquen todavía ganar dos dígitos y para aquellos de perfil más conservador mejor mirar los más cortos como GD29.

En una legendaria boutique financiera, que fuera uno de los referentes locales de la famosa Shearson Lehman de los ’80, también aconsejan diversificar en bonos corporativos que ofrecen rendimientos de entre 7% y 8% con menor volatilidad y riesgo político, como por ejemplo Pampa, TGS e YPF 2031, o papeles como Vista 20235 o Mastellone 2026. En todos los análisis y conversaciones, hay tres factores que sustentan seguir apostando a la deuda soberana argentina: el compromiso con el pago de las obligaciones, la fuerte ancla fiscal y que el BCRA sigue comprando dólares a pesar de la apreciación cambiaria gracias al ingreso de dólares por la cuenta financiera. Todo ello bajo el potencial paraguas de un nuevo acuerdo (con desembolsos frescos) con el FMI. Claro que, los inversores y sus asesores saben que el resultado de las elecciones de medio término será crucial dado que definirán si el Gobierno obtiene más poder en el Congreso para sostener su plan económico. Mientras tanto, los fondos Latam miran que el riesgo país ya está en línea con el de otros emergentes como Pakistán, Angola y Ghana y la próxima parada sería llegar al nivel de El Salvador, Panamá y Egipto. Por eso los más arriesgados miran los retornos que prometen los Globales largos de más del 10%. Mientras que los más cautos destacan el tramo corto de la curva donde casi la mitad de los pagos corresponden a la administración Milei, una variable clave para reducir la exposición al ruido que podría producir un eventual cambio de gestión.

Banco Central Republica Argentina BCRA

El mercado sigue operando bajo la expectativa clara de una rápida reducción del ritmo de “crawling peg” y baja de tasas de interés.

El mercado sigue operando bajo la expectativa clara de una rápida reducción del ritmo de “crawling peg” y baja de tasas de interés.

Mariano Fuchila

BYMA, novela a lo Wanda y el manejo monetario del Gobierno

Mucho ruido con el tema BYMA-Toto-Niky & Co., que ahora sumaría a un Cúneo Libarona, y ahora la CNV dejaría de mirar para otro lado, luego que la acción se pegara un rally de $350 a $500 sin escala casi como si fuera un bono soberano. Prometería ser una novela a lo Wanda. Pero en el ínterin, unos pocos que aún disfrutan de las mieles esteñas comentaban en el tradicional reducto de La Huella que la liquidez empezó a retornar de a poco al mercado luego del pico estacional de diciembre, y el mercado sigue operando bajo la expectativa clara de una rápida reducción del ritmo de “crawling peg” y baja de tasas de interés. Uno de los comensales destacaba la pendiente invertida de las LECAP y mencionaba que la Tasa Badlar operaba en el rango de 2,7% mensual, por arriba del costo de cobertura cambiaria en Rofex. Lo que estaban viendo, por lo que le comentaban sus operadores en la city, era que los activos indexados al CER ganaban atractivo bajo una expectativa de inflación anual menor al 20%, por ende, los rendimientos reales que ofrece empiezan a lucir seductores.

En un festejo de cumpleaños, en una chacra de José Ignacio, muy cerca de la otrora casona que compartieron Antonio y Shakira, hubo un contrapunto entre economistas, para no despuntar el vicio, sobre el manejo monetario del Gobierno. Unos decían que el equipo económico al haber fijado la Base Monetaria Amplia (BMA) como la oferta de pesos que el BCRA elige ofrecer, lo que hace en otras palabras, es que la BMA represente el total de pesos emitidos por el BCRA y al haber establecido en julio un tope de $48,8 billones, los últimos datos muestran que esta Base creció en más de $3,6 billones a diciembre. Por ende había vuelto la tan cuestionada emisión monetaria. Ahí emergió el contrapunto, porque si el Gobierno, por las razones que sean, busca sostener el nivel de las tasas de interés y mantener un equilibrio en el mercado de dinero, entonces puede que necesite aumentar la oferta ante un incremento en la demanda de dinero, por lo que ese incremento puede ser estacional o surgir de una recuperación genuina.

Argentina-Brasil: comparaciones entre operadores de banca offshore

Un CEMA de pura cepa recordó, antes de soplar las velitas, que la demanda de pesos es decidida por la gente y no por el BCRA, de modo que si hay un aumento en la demanda de pesos es una respuesta a las decisiones del público respecto a las tasas de interés, la actividad económica, la inflación, el tipo de cambio y, naturalmente, las expectativas a futuro sobre todas estas variables. Otro más crítico le recordó que en el reciente salto de la brecha, hubo que darle dólares a la gente y por eso esperan ahora la “fase 3” del plan como anticipó Vladimir, no Putin sino Werning. El anfitrión calmó el debate diferenciando que una cosa es que compre e intervenga el BCRA y otra que lo haga el Tesoro, lo que contraería la BMA.

Gente de la EMTA y del IIF que llegaron a vacacionar unos días en Punta del Este fueron consultados por el evento de la próxima semana donde se debatirán las perspectivas para los bonos corporativos de mercados emergentes en Boston con especialistas del BofA, Fitch, Loomis, Morgan Stanley, Manulife y otros. En otra mesa cercana, en Mostradores Santa Teresita, un grupo de operadores de banca offshore debatían qué era más importante para el rendimiento de las acciones y los bonos bajo la lupa de los inversores, si contener los déficits públicos y la deuda o acumular reservas de divisas. Ahí surgió la comparación entre Argentina y Brasil. Coincidieron en que en el caso argentino acumular reservas de divisas es crucial para consolidar de manera sostenible la precaria estabilidad que ha logrado mientras que el caso brasilero muestra claramente que incluso las altas reservas de divisas no protegen contra las turbulencias financieras y el escepticismo sobre el desarrollo de la deuda pública. Explicaron que Brasil tiene reservas muy altas, pero también un déficit público muy alto y una deuda pública en rápido aumento mientras que Argentina tiene una alta deuda pública, no tiene reservas, pero ahora tiene un equilibrio presupuestario y una garantía creíble del gobierno de que este presupuesto equilibrado se mantendrá. Dijo el gestor de la mesa, habitué y conocido del chef Trocca, que la forma en que los mercados evalúan estas diferentes situaciones se puede ver claramente en el desarrollo de las inversiones financieras argentinas y brasileñas, ya que Argentina logró el mejor desempeño a nivel mundial en 2024 y Brasil se encuentra en el fondo de la tabla. A la hora de los postres concluyeron, exquisiteces mediantes (la mesa dulce es sumamente atractiva, un clásico) que los inversores valoran una combinación de disciplina fiscal y reservas suficientes, y el éxito de Argentina en 2024 muestra cómo las percepciones pueden cambiar drásticamente cuando se prioriza la estabilidad fiscal, por otro lado, los desafíos de Brasil subrayan que cuando la deuda pública se sale de control, incluso las reservas sólidas no ayudan mucho. Si bien las reservas proporcionan una red de seguridad, no pueden compensar las tendencias fiscales insostenibles, un claro mensaje para los hacedores de política.

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Las políticas del Trump 2.0 marcarán el rumbo de los mercados en 2025.

Las políticas del Trump 2.0 marcarán el rumbo de los mercados en 2025.

En tal sentido, comentaron la visión del estratega global de Invesco, Andy Blocker, sobre las políticas del Trump 2.0 que marcarán el rumbo de los mercados en 2025: según el experto, los inversores deben estar atentos a tres factores clave: los recortes de impuestos y desregulación, impulsando el crecimiento económico; las políticas migratorias y arancelarias, con riesgos potenciales dependiendo del contexto político; pero lo más importante la política monetaria de la Fed. Por ende, para Blocker el principal motor para los mercados este año será la flexibilización monetaria más allá de las decisiones políticas convencionales.

En un asado nocturno, en el José Ignacio profundo, un grupo de inversores celebraban nuevos negocios en la región pero también se ocuparon de hablar sobre la atención que se ha centrado en las tasas de interés en EEUU y el accionar de los llamados “vigilantes de bonos”, un factor depurador del mercado. Lo que acontece en el Reino Unido, en el centro de la tormenta, con las tasas subiendo a los máximos de 2008 también fue motivo de las conversaciones. Explicaron que el hecho que el rendimiento del bono británico (“gilt”) a 10 años sea el más alto desde la crisis financiera mundial, después de que el rendimiento a 30 años llegara a su punto más alto desde 1998 al 5,22% esta semana, fue producto de una venta masiva agresiva de bonos que incluso superó los niveles máximos registrados durante la crisis del «mini presupuesto» histórico de Liz Truss, debido a la política monetaria más estricta del Banco de Inglaterra (BoE) y las crecientes preocupaciones fiscales. Así la libra esterlina cayó por debajo de 1,23, su nivel más bajo en más de un año, frente a un dólar especialmente fuerte por la suba de los rendimientos de los bonos americanos. También hablaron de Brasil (que perdió peso en el MSCI EM) y según lo dicho parecen ser optimistas o más bien, buenos especuladores: la devaluación del real presenta un punto de entrada único para que los inversores extranjeros aprovechen el vasto potencial de mercado de Brasil, sobre todo, aquellos que consideran fusiones y adquisiciones (M&A) en 2025. Argumentaron que con la pérdida sustancial de valor del real frente al dólar, el costo de adquisición de activos brasileños se ha vuelto más accesible para las empresas internacionales y los fondos de capital privado. Para estos grandes jugadores esta tendencia cambia las reglas del juego porque la devaluación implica no solo comprar más barato en dólares sino estirar el capital más que en años anteriores, además entra a jugar la brecha de valoración porque la devaluación a menudo conduce a un desajuste entre las valoraciones del mercado local y los índices de referencia globales, lo que brinda oportunidades para adquirir negocios infravalorados con un alto potencial de crecimiento, y hace del mercado brasileño un excelente candidato para la diversificación de carteras, particularmente para los inversores que buscan exposición a mercados emergentes con alto potencial de crecimiento, en sectores como la agroindustria, las energías renovables y la tecnología, atractivos para las M&A. Si tienen razón, será una dura competencia con atraer inversiones a la región.



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