El origen de la pelea de Santiago Caputo con Manes y los cambios de Jorge Macri

Pinky y Cerebro

Una serie de televisión animada llamada «Animaniacs» hizo conocidos a dos muñecos: Pinky y Cerebro. Estos personajes de ficción tuvieron tanto éxito que terminaron con su propio programa, que fue producido ni más ni menos que por Steven Spielberg y Warner Bros. Pinky y Cerebro eran dos ratones de laboratorio alterados genéticamente que vivían en los laboratorios Acme y que trabajaban todo el tiempo en un plan para conquistar el mundo.

Quienes craneaban un plan (no para conquistar el mundo pero sí la Argentina) eran unos jóvenes que se habían formado con el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba y que se habían decepcionado con el rumbo que tomó el proyecto macrista con Cambiemos, donde el politólogo Marcos Peña tenía el mando y el control del joystick de esos tiempos. Los intrépidos amigos que se separaron de ese rumbo y formaron una consultora propia fueron Santiago Caputo, Rodrigo Lugones, Guillo Garat y Derek Hampton, quienes confluyeron en «Move Group», una denominación que los unía pero que contemplaba que cada uno ayudara a diferentes políticos.

En esa tribu de pensadores había una idea: que la bronca de la gente con los políticos era lo que se venía y que un «outsider» sería el capitalizador de lo nuevo. Un «forastero» de la política clásica se llevaría todo si desafiaba a la casta, a los que manejaban los hilos desde la vuelta de la democracia. «Son siempre los mismos», diría Luis D’Elía…

Facundo Manes en el cara a cara con Santiago Caputo

Tres opciones

Ese grupo veía que los ejemplos de los posibles receptores de esa bronca con la casta podían ser el economista Javier Gerardo Milei, el médico Facundo Manes y Carlos Maslatón, un inquieto abogado que supo ser dirigente de la Ucedé -de Álvaro Alsogaray- y que era muy picante en Twitter.

Uno de ese team se dedicó a observar con detalle el fenómeno de un best seller: el neurocientífico Facundo Manes vendía libros a rolete, hablando de «el Cerebro» y llenaba primero librerías y luego teatros a lo largo de todo el país. Rodrigo Lugones -con algún paso por la agrupación radical universitaria Franja Morada- fue el encargado de sondear al médico. Cuando el encierro de la pandemia permitió algunos encuentros, Lugones y Manes compartieron largas cenas bien regadas en un piso del barrio de Retiro donde hablaban de lo que se debía venir para la Argentina. Manes desgranaba los conceptos de sus libros «Descubriendo el cerebro» o «Cerebros en construcción» y cautivaba al joven consultor.

De esas citas participaba también Gastón Manes, el hermano de Facundo, un abogado muy unido al médico desde los orígenes en su Salto natal. Pero avanzadas las conversaciones, algo hizo ruido a «Chinchu» y «Goropo», como apodaban a los hermanos Manes. Lugones y sus socios -como Santiago Caputo- creían que un «outsider» debía tener un discurso disruptivo y duro -fundamentalmente en las redes- con el resto de la clase política. «Si vas por adentro de los partidos, te morís políticamente», le expresaban. La idea chocaba fuertemente con la habitual corrección del neurocientífico y con la militancia radical del abogado.

Pero un par de hechos terminaron con la idea: Facundo estaba decidido a ser candidato por la UCR y su hermano Gastón pretendía presidir la Convención del partido centenario. Ese día, los Manes y «Move Group» dividieron aguas y se terminó la breve jugada. Poco después, el inversor Ramiro Marra le presentó a Santiago Caputo a su amigo Javier Milei y la historia es la ya conocida, con el economista anarcocapitalista instalado en la Casa Rosada. ¡Afuera!

Facundo Manes:  "Aprender sobre el cerebro debe ser un derecho de todos"Facundo Manes: «Aprender sobre el cerebro debe ser un derecho de todos»

Reality a la italiana

Terminada esa historia, sobre el final de la pandemia. Rodrigo Lugones se puso a trabajar en la campaña de Patricia Bullrich, quien quedó fuera del balotaje en 2023. Y luego, se fue con su familia y se radicó en España, lo que no lo privó de asesorar a su amigo Santiago Caputo en el primer año del gobierno mileísta. Marra estuvo a full en 2021 con el asesor estrella hasta que Karina Elisabet Milei le hizo la cruz al inversor de las latas de atún y el joven quedó como legislador porteño, pero fuera de La Libertad Avanza.

Pero como la vida a veces da recompensa, Marra está de novio con una bellísima ex jugadora de tenis, la italiana Camila Giorgi. La joven hija de argentinos tiene una propuesta para estar en «L’isola dei famosi», la versión italiana del reality show «Celebrity Survivor» que rememora a «Expedición Robinson». Por eso, el diputado libertario se irá unos días a Milano a acompañar a su fidanzata y alejarse, levemente, del ruido político argento. Penso che un sogno così non ritorni mai più…

La tenista italiana Camila Giorgi y uno de sus últimos posteos en Instagram.La tenista italiana Camila Giorgi y uno de sus últimos posteos en Instagram.

¡Con seguridad!

Donde la cuestión no es tan relajada como en la isla de los famosos itálica es en la Ciudad de Buenos Aires, donde Jorge Macri pasó la motosierra, con la mira puesta en apuntalar el rubro Seguridad. Allí, la consultora «Proyección» -muy leída en la sede porteña de Uspallata- indicó que el rubro «Lucha contra la inseguridad» es lejos la mayor preocupación de los porteños, con 53,2 puntos.

Por eso, el alcalde Macri se reunió con Diego Santilli y con Cristian Ritondo, por separado, y con ambos abordó los cambios en el área. La salida de Waldo Wolff era cantada y el ex arquero de Atlanta fue reemplazado por un policía, Horacio Giménez, sugerido por Mauricio Macri. También fue idea del ex Presidente la llegada del locuaz Hernán Lombardi al Ministerio de Desarrollo Económico.

Sonaron muchos nombres para Seguridad, pero Jorge Macri le dijo a su entorno que «no queremos más políticos, queremos poner un policía y sacarle a los políticos el manejo de la seguridad», un mensaje que sorprendió a los propios macristas que vienen de la gestión mauricista. Giménez aceptó, luego de superar algunos temas de salud y volvió a la faena que supo conocer cuando fue el segundo de Ricardo Pedace. Wolff se fue descontento y se tomará unas vacaciones.

En las filas del PRO porteño se preparan para la pelea electoral con La Libertad Avanza, que asoma cruenta. Por eso, celebraban ver un perfil más «combativo» en el jefe de Gobierno, pues elevó públicamente el tono con la ministra nacional Patricia Bullrich. Frente a las cámaras de tevé, dijo este miércoles que «los presos son de la Nación y es hora de que se los lleve porque la Ciudad no espera más». Con Jorge Macri subido al ring, habrá que ver cómo reacciona la también combativa Bullrich pues el entuerto de los presos en CABA es el punto más complicado actualmente de su gestión.

Más allá de este cruce con el Gobierno nacional, el intendente Macri hizo un cambio importante en la Secretaría Legal y Técnica, donde se debió retirar Leticia Montiel y asumió José Grippo, un dirigente de María Eugenia Vidal, que ya cumplió un rol similar en la gobernación vidalista bonaerense. La idea de tener a alguien de Rodríguez Larreta en un área por donde pasan asuntos muy calientes no dejaba tranquilo a los jorgistas, que se decidieron por el experimentado Grippo. ¡No se inunda más!

Jorge Macri le pidió a la ministra Bullrich un “plan con un calendario” para que traslade los presos a las cárceles federales. GCBA- FTP CLARIN MACRI POLICA BULLRICH.jpg Z InvitadoJorge Macri le pidió a la ministra Bullrich un “plan con un calendario” para que traslade los presos a las cárceles federales. GCBA- FTP CLARIN MACRI POLICA BULLRICH.jpg Z Invitado

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