El IPC de la Ciudad fue de 2,1% y acumula 79,4% en los últimos 12 meses

La inflación de la Ciudad de Buenos Aires finalmente perforó la barrera del 3%. Gracias a la baja que se vio en los bienes y servicios estacionales, que cayeron un 4,8% en el mes, el IPCBA de febrero fue de 2,1%, un punto porcentual menos que la medición anterior.

El dato elaborado por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba) viene viajando en un nivel superior al del Indec desde hace meses, ya que desde el 3,2% de octubre pasado se mantenía en esa línea, mientras que el IPC perforó esa barrera.

La composición de la canasta de medición de inflación en CABA es el factor clave para explicar la divergencia que mostraba el indicador porteño con el número nacional. Es que en las ponderaciones que usa el ente estadístico de la ciudad tienen más relevancia los servicios, cuya variación de precios venía siendo notablemente mayor a la de los bienes, que pesan más en el IPC nacional.

Según los datos del Idecba, el segmento bienes subió en el segundo mes del año al 1,9% en promedio (en enero había tenido un alza del 1,4%), mientras que los servicios tuvieron un ajuste promedio del 2,1% (en el primer mes del año había sido del 4,3%).

Con el número de enero, el alza en el costo de vida acumulado en los últimos 12 meses en la Ciudad de Buenos Aires es del 79,4%.

La inflación en la ciudad fue del 79,4% interanual en febreroAndrzej Rostek – Shutterstock

Pasado mañana se publicará el dato nacional del Indec. La mayoría de los economistas proyecta que se ubicará levemente por encima de los niveles porteños.

Así lo refleja, por caso, el último Relevamiento de Expectativas del Mercado, publicado el lunes pasado por el Banco Central, que indicó que el consenso de estimaciones de bancos y consultoras prevé un IPC en torno a 2,3% para febrero. Ese es el mismo número que proyectó, por caso, la Fundación Libertad y Progreso.

Mientras tanto, la medición de C&T Asesores Económicos, la firma fundada por Camilo Tiscornia y María Castiglioni, arrojó para febrero un 1,9%, mientras que, para Analytica Consultora, la estimación se ubicó en 2,4%.

“A nosotros el relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA nos dio 1,9%, o sea que no estuvimos tan lejos de lo que le dio a la Ciudad. Los datos de ellos cuadran con lo que teníamos nosotros. Básicamente, que lo vinculado al turismo se frena o incluso cae. Por eso, en transporte, tenés una caída. Hay componentes dentro del transporte que están ligados al turismo. Y, obviamente, los pasajes son más baratos en febrero que en enero. Eso es lo que te explica que haya bajado la inflación de 3,1 a 2,1%”, explicó Tiscornia.

Más allá del transporte, el economista puntualizó que restaurantes, hoteles, esparcimiento y cultura también se frenan muchísimo respecto de enero. “Si bien no llegan a caer, aumentan mucho menos. Entonces esa fuerza es la que contuvo la inflación. Y frente a eso tenés alimentos y bebidas, obviamente recogiendo el tema de la carne, que todos anticipábamos. Así que esa es un poco la dinámica que hubo en febrero para explicar por qué bajó”, agregó.

Por último, consideró que el dato es bastante auspicioso de cara al IPC que saldrá el viernes, si bien ambas mediciones difieren porque las ponderaciones no son las mismas, además de que el Indec informa el dato nacional.

En tanto, Sebastián Menescaldi, director de EcoGo, sostuvo que la canasta de la Ciudad no es replicable a la del país, pero aclaró que en la consultora corrigieron su estimación para el IPC de febrero y ahora proyectan que la inflación estaría más cercana al 2,4/2,5% (hace unos días hablaban de 2,7%).

Por su parte, Claudio Caprarulo, director en Analytica, afirmó que mantienen su proyección de 2,4% para Nación. “No veo indicadores que me obliguen a revisar el porcentaje. Alimentos y bebidas sigue alto en 2,5% y se refleja el salto en la carne (7,7%). Eso te pega a nivel nacional. Ayudó la caída en transporte, un indicador regional”, opinó.

En febrero, la dinámica mensual de los bienes respondió fundamentalmente a los incrementos en los precios de los alimentos (sobre todo carnes), junto con las actualizaciones en los valores de los autos y de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar.

En tanto, el comportamiento de los servicios reflejó principalmente los aumentos en los precios de los restaurantes, bares y casas de comida y de los alquileres de la vivienda. Le siguieron en importancia la suba en los valores de los gastos comunes por la vivienda y en las cuotas de la medicina prepaga.

En sentido contrario, las caídas en los precios de los pasajes aéreos, los alojamientos en hoteles y los paquetes turísticos, contribuyeron a quitar presión sobre esta agrupación.

En el segundo mes del año, los precios estacionales tuvieron una fuerte desaceleración, y bajaron en promedio un 4,8% (en enero habían subido un 11,4%). A la inversa, los regulados subieron un 1,5% (en enero habían aumentado un 1,6%).

La inflación núcleo, que excluye a estos componentes de la medición, fue del 3,1% en el mes, y marcó una suba de 0,4 puntos con respecto al 2,7% de enero.

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