El iceberg más grande del mundo encalla cerca de una de las islas reclamadas por la Argentina a Gran Bretaña
PARÍS.- El iceberg más grande y antiguo del mundo finalmente se detuvo, ya que parece haber encallado cerca de la isla subantártica de Georgia del Sur o San Pedro, administrada por Gran Bretaña y reclamada por la Argentina como parte integral de su territorio.
Esto podría evitar una colisión con una importante zona de reproducción de fauna, según anunció este martes el grupo de investigación British Antarctic Survery.
Este colosal glaciar, conocido como A23a, con una superficie de 3360 kilómetros cuadrados y un peso cercano a los 1000 millones de toneladas, se dirigía hacia el norte de la Antártida, en dirección a la isla Georgias del Sur, impulsado desde diciembre por poderosas corrientes oceánicas.
Esta situación generó temores de que pudiera colisionar o encallar en aguas menos profundas cerca de la isla, lo que podría alterar el suministro de alimento a los pingüinos y focas bebés.
Desde el 1° de marzo el iceberg permanece detenido a 73 kilómetros de la isla, según un comunicado del British Antarctic Survey. “Si el iceberg sigue encallado esperamos que no afecte de manera significativa la fauna local”, anticipa el oceanógrafo Andrew Meijers, que codirige el proyecto Ocean Ice, encargado de la vigilancia por satélite del A23 y comprender cómo afecta la capa de hielo al océano. “En las últimas décadas los numerosos icebergs que seguían esta ruta a través del océano Austral se rompieron, se dispersaron y finalmente se derritieron rápidamente”, explica.
“No obstante, a medida que el iceberg se rompe en trozos más pequeños, las operaciones de pesca en la región se vuelvan más difíciles o potencialmente peligrosas”, agrega Meijers. La pesca comercial se vio afectada en el pasado y, a medida que el iceberg se rompe en pedazos más chicos, esto podría hacer que las operaciones de pesca en la zona sean más complejas y riesgosas.
Por otro lado, “los nutrientes elevados por el encallamiento y su deshielo podrían aumentar la disponibilidad de alimento para todo el ecosistema regional, incluidos los pingüinos y las focas”, destaca.
El A23a se desprendió de la plataforma continental antártica Filchner en 1986. Permaneció atrapado en el lecho marino del mar de Weddell durante más de 30 años antes de liberarse finalmente en 2020, con su lento viaje hacia el norte a veces retrasado por las fuerzas oceánicas que lo hacían girar sobre su eje. Con un tamaño que dobla el Gran Londres, ha estado a la deriva con las corrientes hacia Georgia del Sur desde 2020.
Durante meses a fines de 2024, el iceberg quedó atrapado en una columna de Taylor, un fenómeno oceanográfico en el que el agua en rotación sobre un monte submarino atrapa objetos en su lugar. Esta dinámica mantuvo al A23a girando en un punto, retrasando su rápida deriva prevista hacia el norte.
En enero un trozo de 19 km se desprendió pero los científicos no pueden precisar con exactitud qué consecuencias tendría esto sobre la trayectoria y el futuro de este gigante de hielo. Pero los especialistas creen que las aguas más cálidas, combinadas con la acción de las olas y las mareas, harán que la enorme sección de hielo se rompa en icebergs más pequeños y, finalmente, se derrita.
Agencias AFP y DPA
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