La Secretaría de Energía anunció que inició el proceso de licitación para ampliar el gasoducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner) y aumentar el transporte de gas desde Vaca Muerta, especialmente a la zona del Litoral. Se trata de una inversión de US$700 millones, que se hará con fondos privados.
“Iniciamos el proceso de licitación para ampliar el Gasoducto Perito Moreno con inversiones privadas”, festejó el ministro de Economía, Luis Caputo, en la red social X, y acompañó el anuncio con el emoji de tres banderas argentinas.
En diciembre pasado, a través del decreto 1060, el Poder Ejecutivo declaró de interés público nacional la iniciativa privada de la empresa Transportadora Gas del Sur (TGS) para ampliar el gasoducto en 14 millones de metros cúbicos día (m3/d).
El proyecto denominado “Incremento de la Capacidad de Transporte de Gas Natural en la Ruta Tratayén – Litoral Argentino” tendrá una inversión de US$700 millones y sería la primera obra pública de iniciativa privada en la gestión del presidente Javier Milei.
Incluye la ampliación del gasoducto Perito Moreno entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires) y los trabajos en cuatro plantas compresoras. Esto permitirá sumar 14 millones de m3/d a los 21 millones de capacidad de transporte de gas, para alcanzar así los 35 millones en toda la traza.
“Al sustituir el gas importado por el producido en Vaca Muerta, este proyecto le generará al país un ahorro fiscal de US$567 millones, lo que significa más divisas para la Argentina”, dijo en diciembre pasado la secretaría de Energía en un comunicado. Y agregó: “Esta iniciativa contribuirá de manera significativa a los objetivos de maximizar la renta obtenida de la explotación de los recursos y satisfacer las necesidades de hidrocarburos en todo el país”.
Del concurso para la adjudicación de las obras, que estará a cargo de la secretaría, podrá participar cualquier empresa interesada, pese a que el diseño del proyecto fue hecho por TGS. La transportista, de hecho, hizo pública la idea apenas una semana después de que se aprobara el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) y como alternativa a la idea del Gobierno de licitar un segundo tramo del gasoducto.
La obra permite usar el caño ya construido en el primer tramo e instalar tres nuevas plantas compresoras y otros equipos para ampliar la capacidad de transporte hasta los 35 millones m3/d. Luego, se haría una extensión adicional en el sistema de transporte de TGS, que permitiría aumentar en 14 millones de m3/d la oferta disponible de gas al Litoral y al Norte argentino.
La ampliación de la capacidad de transporte permitirá reemplazar importaciones de gas natural licuado (GNL) y de gasoil, que, según cálculos de TGS, permitirán al país ahorrar US$700 millones en la balanza comercial y US$500 millones en las cuentas fiscales, ya que la producción nacional de Vaca Muerta es más económica.
“Es la primera iniciativa que viene del sector privado para llevar adelante una inversión en infraestructura de US$700 millones, con el propósito de ejecutar y financiar con fondos propios”, dijo Oscar Sardi, CEO de TGS, en una conferencia de prensa en junio pasado, acompañado de los principales accionistas de la empresa, Luis Fallo, vicepresidente de TGS y representante de la familia Sielecki, y Gustavo Mariani, CEO de Pampa Energía.
La obra se repagaría con el valor de las tarifas de transporte de gas, que tuvieron un fuerte aumento, luego de estar pisadas durante años debido a la política de congelamiento tarifario que aplicó el gobierno anterior.
“En el gobierno anterior no estaban las condiciones dadas para hacer esta inversión. Ahora se dieron determinados requisitos para hacer una inversión de estas características. Tiene que ser sustentable para que se sigan haciendo inversiones. Tenemos gas para 120 años; o lo aprovechamos hoy, o tenemos que hacer en el futuro un monumento que diga que acá dejamos enterrados miles de millones de dólares”, dijo Sardi.
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